Tras las cibermovilizaciones convocadas por CCOO y UGT y el paro anecdótico de 2h. del pasado mes de junio, hemos conocido, por los comunicados "informativos" de estos sindicatos patronales, de la reactivación de la negociación con la patronal del XVIII Convenio colectivo de consultoría. La descoordinación entre ambos sindicatos hace salir a la luz la falsedad de sus campañas de engaño. Así, mientras CCOO resalta en su comunicado el éxito de la movilización en hacer retirar una propuesta regresiva de la patronal… | | | | | | … UGT desmonta el argumento de CCOO, indicando que ya había sido retirado anteriormente: | | | | Es un ejemplo del ridículo informativo de estos sindicatos en el que caen al intentar engañar a los trabajadores con un buen hacer y unos éxitos ficticios, que evidencia el teatro que se traen con la patronal para vender a los trabajadores: unas agresiones de la patronal imaginarias infladas, con las que posteriormente vender otras agresiones de valor intermedio que supuestamente han conseguido reducir con su lucha, pero a las que se ven forzados a claudicar escudándose en la falta de seguimiento en la movilización de los trabajadores del sector que ellos mismos impiden. Esto claramente augura una nueva firma de traición para el próximo convenio. El alcance de la presión sindical realizada ha sido tan irrelevante que ni siquiera consiguió la reactivación inmediata de la negociación, que fue nuevamente dilatada durante más de dos meses, con la excusa del verano, lo que da una idea del carácter simbólico y folclórico de tales movilizaciones. Una dilatación que ya acumula 2 años y 9 meses (el XVII convenio caducó en 2019), que en el contexto de inflación galopante en el que estamos instalados juega en contra de los trabajadores, donde cada día que pasa perdemos más poder adquisitivo, y que va camino de la negociación del anterior convenio, la cual duró 8 años. Una dilatación producto, igualmente, de la renuncia y bloqueo de los sindicatos negociadores a ejercer una presión real mediante la movilización de los trabajadores del sector, y que ha conseguido el "logro" de acumular una pérdida de más del 40% del poder adquisitivo de las tablas salariales en los últimos 12 años. | | | | Esta falta de movilización, con la que dichos sindicatos impiden que se ejerza presión a la patronal, hace que en la mesa de negociación el escenario planteado sea la de la venta de nuestros derechos a cambio de prebendas, en lugar de la consecución de mejoras y nuevos derechos para los trabajadores. Ya ocurrió con la firma del anterior XVII Convenio, donde los sindicatos "acordaron" la no actualización de las tablas salariales durante los años 2010-2016, unas tablas salariales que dejaron a una decena de categorías por debajo del SMI, o una clasificación profesional ambigua que permite a la patronal bajar sueldos adjudicando por contrato categorías inferiores a las desempeñadas. Para garantizarse todo eso, la patronal concedió en su día unos sueldos generosos a los sindicalistas de la mesa de negociación. | | | | Ahora, CCOO y UGT en sus comunicados tienen la desvergüenza de reivindicar la mejora de unas condiciones de las cuales fueron responsables de su precarización en el anterior convenio, al estampar la traición con su firma en el XVII Convenio, y que ahora hipócritamente dicen no tolerar: | | | | | | | | La falacia y el postureo es tal, que en su propia plataforma de negociación de partida ya incluyen la claudicación en estos temas. Sólo basta ver las tablas salariales que propusieron al inicio de la negociación, que contradice todo lo que en sus comunicados reclaman, pues piden aumentos por debajo del IPC, usan la misma clasificación, salarios cercanos al SMI… | | | | Lo más grave, sin embargo, es que estos sindicatos pretenden a día de hoy, negociar y regular nuevos aspectos no incluidos en el convenio, lo cual nos hace instintivamente llevarnos las manos a los bolsillos, no solo por la ambigüedad de lo reclamado, sino por pretender regular situaciones de abuso que la patronal ya impone en su día a día, y que éstos sindicatos toleran sin problemas, (como hacen con las jornadas de 12 horas) pese a ir contra la ley. Abusos que consienten al no interponer demandas contra las empresas debido a su docilidad y connivencia con la patronal, y que ahora sólo quieren legalizar en el convenio. | | | | Puesto que como dice el dicho, "el diablo está en los detalles", en la regulación que tanto UGT como CCOO propusieron al inicio en su plataforma de negociación (2020), podemos observar que la reivindicación de regular los turnos, festivos, nocturnidades, guardias y disponibilidades, no son más que una propuesta de la patronal que han introducido estos sindicatos como propia, y que por su contenido va a llevar a los trabajadores del sector a vernos obligados a trabajar en régimen de 24X7, llevándose por delante toda posibilidad de conciliación familiar o personal, reduciendo además la contraprestación salarial actual para las horas extras, eliminando su carácter voluntario, además de la extinción de las mismas, tal como recoge el actualmente el convenio. Una plataforma de negociación que no sabemos si ha sido actualizada, pues se trata de una negociación que se dá a espaldas de los trabajadores, donde no hemos intervenido en su elaboración de forma asamblearia, y donde como estamos viendo, nosotros somos el producto con el que están negociando la patronal y sus sindicatos, pues están negociando la disponibilidad de nuestra vida a voluntad del empresario las 24h. No nos cabe duda, de la que saldrá un acuerdo de traición que igualmente no será refrendado por los trabajadores democráticamente, que de ser así la traición no se haría efectiva. Por eso podemos concluir, que el sindicalismo amarillo de estos dos sindicatos consiste básicamente en que ellos deciden por nosotros, lo que se negocia y lo que se firma, sin darnos participación ni pedirnos opinión, ni posibilidad de luchar con movilizaciones, todo ello sin perjudicar a la patronal, firmando retrocesos a cambio de migajas y mirando para otro lado cuando la patronal incumple la ley. | | | | A tenor de todo esto, la firma del convenio parece inminente, y se masca la reedición de la traición del anterior convenio, con una nueva vuelta de tuerca en la precarización de nuestras condiciones laborales. Los trabajadores llegamos tarde para impedir la misma, pero está en nuestra mano esquivar la traición. Para ello, debemos organizarnos colectivamente en nuestros centros de trabajo, formar parte de candidaturas a las elecciones sindicales alternativas a las formadas por los delegados que siguen bajo estas siglas sindicales traidoras, repudiarlos y explicar sus traiciones entre nuestros compañeros para así, arrebatarles el control sobre los comités de empresa en las elecciones. Y de esta manera, poder iniciar procesos de negociación y movilización conjunta con nuestros compañeros, para la obtención de Convenios de Empresa que anulen la precariedad y la traición de lo firmado en el Convenio Sectorial. | | | |
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