| El próximo martes 12 de enero de 2021, se celebrará en la Audiencia Nacional el juicio por la implantación por parte de la empresa, y de manera unilateral, del sistema denominado HOT DESK o "puestos calientes". Hemos de recordar que únicamente CSC ha denunciado la implantación unilateral por parte de la empresa de esta medida que socava nuestras condiciones laborales. Esta medida, como bien sabéis, consiste en que un trabajador deje de tener un puesto de trabajo fijo asignado (lo pierde) y, a partir de ahora, tiene que reservar un puesto en la oficina de AYESA AT cada vez que acuda a ella y que, por regla general, no siempre es el mismo. Esto implica un cambio radical en la organización del trabajo, tanto para el trabajador como para la propia empresa. Es más, es la empresa, en múltiples ocasiones, la que nos ha pretendido vender esta medida como una supuesta "modernización" del concepto de oficina. Lo que siempre te ha ocultado la empresa es que lo que le supone para ella es un gran ahorro de costes que son asumidos por los trabajadores. Por otro lado, desde el principio, la dirección de la empresa ha querido vincular siempre esta imposición unilateral al modelo SMART JOB que nos anunciaron en plena pandemia que implementarían a corto plazo. Es más, consideraban que el modelo HOT DESK era una de las patas fundamentales sobre las que se apoyaba este nuevo modelo de trabajo. Por un lado, el trabajador pierde su puesto fijo en la oficina y, por otro, traslada al trabajador los costes de realizar el teletrabajo (conexión a internet, gastos de electricidad, etc) en las jornadas en las que teletrabajara desde su hogar. Y esto nos lo anunciaba la empresa, en plena pandemia, que lo implantaría unilateralmente, sin negociar nada con la Representación Legal de los Trabajadores, demostrando nuevamente su despotismo y su falta de respeto hacia la plantilla. Desde un principio, ha sido la sección sindical de CSC la única que se ha opuesto a esta forma de proceder por parte de la empresa, en la que niega la negociación colectiva en un tema tan esencial como son las condiciones de trabajo de la plantilla. Ni el Comité de Empresa de Sevilla, secuestrado por el sindicalismo amarillo de UGT y CCOO, ni estas secciones sindicales entregadas a los dueños de la empresa han movido un dedo para denunciar este atropello de la dirección de la empresa, pues UGT y CCOO sirven a sus amos, la dirección de la empresa, y no a los intereses de los trabajadores. Y esta falta de respeto hacia la plantilla la lleva a cabo la dirección de la empresa porque se ve crecida, pues ante sus atropellos y despotismo, gran parte de la plantilla ha mirado para otro lado. La dirección de la empresa no se ve forzada por la plantilla a sentarse a negociar nada, pues los trabajadores acatan con sumisión lo que la empresa les pone por delante. Si los trabajadores y trabajadoras estuviéramos en nuestro sitio y nos movilizáramos con determinación ante sus constantes atropellos, la empresa no tendría más remedio que recular. Esta es una lección que debemos aprender los trabajadores: por muy bravos que seamos los 8 delegados de CSC en el Comité de Empresa de Sevilla, más la delegada de personal de CSC en Madrid, más los dos delegados sindicales (LOLS), por muchas denuncias que interpongamos, por muchas huelgas que convoquemos, si la plantilla respondiera y se organizara debidamente en torno a estas luchas, la dirección de la empresa sentiría esa presión y se lo pensaría dos veces antes de imponer con desprecio sus medidas contrarias a los intereses de los trabajadores. De nada sirve que vayamos a un juicio a la Audiencia Nacional -y que nos dé la razón a los trabajadores- si luego los trabajadores no exigimos que se cumplan nuestros derechos. Los trabajadores debemos dar un paso adelante, debemos exigir nuestros derechos y defenderlos porque a cada paso que no damos la plantilla, de manera colectiva, hacia delante, la empresa avanza dos pasos: uno, pues aplica la medida que pretende imponer y el otro, porque ya es consciente de que puede dar uno más sin que pongamos resistencia. Es más fácil y más productivo defender que no nos quiten nuestros derechos que perderlos y tener que luchar por volver a recuperarlos. La única salida que los trabajadores tenemos es implicarnos en la resolución de nuestros problemas, que son colectivos y no individuales, en lo que atañe al mundo del trabajo y a nuestras condiciones. Fortalecer el sindicalismo de clase, la Coordinadora Sindical de Clase (CSC), como instrumento de los trabajadores de AYESA AT para defender nuestros intereses colectivos. |
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