| En 2014, cuando CSC tenía mayoría absoluta en el Comité de Empresa, forzamos a la Empresa, a través de denuncias, a hacer una evaluación de riesgos psicosociales (ERP) cuyo resultado se condensó en un documento de 316 páginas. El año pasado la Empresa volvió a hacer una ERP cuyo resultado se condensó en un documento de 56 páginas. En 2021 Ayesa AT, sin control alguno por parte del Comité de Empresa de Sevilla, hizo una ERP en la que la empresa que llevó a cabo la evaluación realizó dicho estudio con las precondiciones dada por la Dirección de AYESA AT, como fue la agrupación de la plantilla en los siguientes tres bloques de puestos de trabajo: -
Director, Gerente, Mando intermedio con personal a cargo -
Técnico, Informático, Coordinador de equipo sin personal a cargo -
Administrativo, Personal de mantenimiento Y aseverando como certeza que todo el mundo trabaja solamente dos tardes de 16 a 18:30 horas. A pesar de proporcionar precondiciones falsas a la empresa que realizó la ERP, ésta reprodujo los mismos riesgos muy elevados que arrojó la ERP de 2014, señalando como riesgos psicosociales muy elevados: -
Carga de trabajo, entendiéndose como nivel de demanda de trabajo a la que el trabajador debe hacer frente. Se entiende que la carga de trabajo es elevada cuando hay mucha carga y es difícil. -
Participación/supervisión: Este factor recoge dos formas del control sobre el trabajo: el que ejerce el trabajador a través de su participación en diferentes aspectos del trabajo, y el que ejerce la empresa sobre el trabajador a través de la supervisión de sus quehaceres. -
Interés por el trabajador / compensación: Este factor hace referencia al grado en que la empresa muestra una preocupación de carácter personal y a largo plazo por el trabajador (promoción, formación, desarrollo de carrera…), así como por la percepción tanto de seguridad en el empleo como de lo que el trabajador aporta y la compensación que por ello obtiene. -
Desempeño de rol: Factor que considera los problemas que pueden derivarse de la definición de los cometidos de cada puesto de trabajo. Estos riesgos psicosociales que afectan a la salud mental y física de los trabajadores, multiplicándose los casos de estrés, ansiedad, depresión, agotamiento, etcétera, son la consecuencia de la política organizativa y productiva que la Empresa desarrolla con el objetivo de maximizar sus beneficios a costa de la salud de los trabajadores. La empresa es la primera interesada en que esta situación de riesgos psicosociales muy elevados que afectan a la salud mental y física de los trabajadores y las trabajadoras de la Empresa se perpetúen, en tanto que está sacando un rendimiento económico en forma de beneficios. Algunas de las medidas que se deben adoptar para reducir esos 4 riesgos psicosociales de la plantilla catalogados como riesgos muy elevados. y que inciden negativamente en la salud de los trabajadores, son: -
Incrementar la contratación de trabajadores para ajustar la plantilla a la cantidad de trabajo existente para evitar la sobrecarga de trabajo mediante la realización de horas extraordinarias —ya sean reconocidas o camufladas—. Horas extraordinarias que, según el XVII Convenio TIC, no deberían realizarse. -
Reducción de los periodos de prueba y en prácticas y fomento de la contratación indefinida para garantizar la estabilidad en el empleo. -
Reconocimiento del trabajo realizado por cada trabajador/a. La fórmula general en la Empresa es que los trabajadores realizan un trabajo superior a la clasificación profesional que les tiene reconocida y por lo que cobran. Todo/a trabajador/a tiene que estar correctamente encuadrado profesionalmente y cobrar de acuerdo al trabajo que realiza y no por debajo. -
Los trabajadores deben tener garantizado el acceso a la formación, herramienta fundamental para resolver el trabajo y para poder promocionar dentro de la empresa así como para incrementar su versatilidad y no estancarse profesionalmente. -
Realización de la formación profesional dentro de la jornada de trabajo. -
Formación para los mandos de la Empresa para dispensar a los trabajadores que están bajo sus órdenes de un trato justo y respetuoso. -
Introducción de un conjunto de medidas que faciliten la conciliación real de la plantilla. -
Racionalización del horario de trabajo y reducción de la jornada de trabajo. -
Establecimiento de un plan de carrera profesional objetivo, claro, conocido por la totalidad de la plantilla, donde cada trabajador conozca el itinerario profesional y qué requisitos objetivos debe de cumplir para progresar, ascender, profesionalmente. -
Implementación de unas tablas salariales que garanticen unos salarios justos que permitan vivir dignamente al/la trabajador/a de su trabajo. Todas esas medidas se condensan en un CONVENIO DE EMPRESA. Un convenio de empresa no solo que contenga esas medidas, sino también los instrumentos necesarios mediante el que los trabajadores podamos incidir en la ejecución del trabajo, tengamos los instrumentos para hacer efectivas y reales esas medidas, esto es, dotarnos de poder real. Todo esto no cae del cielo, máxime cuando la realidad de la Empresa es que se está beneficiando a costa de nuestra salud, de nuestra sobreexplotación, del no reconocimiento de nuestro trabajo y de utilizarnos como si fuéramos tuercas, donde no se nos forma, se nos usa y, cuando la empresa lo considera, se nos tira al paro. La Empresa se halla hoy en una situación idílica: incumple, explota a los trabajadores, nos tiene divididos y desorganizados y ostenta a través de sus sindicatos amarillos (CCOO-UGT) la mayoría sindical en la Empresa. Sólo los trabajadores podemos cambiar la situación en la que estamos e imponer con organización y lucha nuestros derechos, empezando por el derecho que tenemos a establecer nuestras propias condiciones de trabajo mediante la negociación colectiva y el Convenio de Empresa. Negociación que no se puede hacer desde el sometimiento, sino desde una posición de fuerza por parte de los trabajadores y eso pasa por la implicación de la plantilla, la organización fortaleciendo al sindicato de clase, que en AYESA AT es ASC, y la movilización. Esta fórmula siempre ha servido a la clase obrera para avanzar, el estar escondido, el no asumir el compromiso con la organización y con la lucha que tenemos como trabajadores nos conduce a la pobreza, a la arbitrariedad, a la injusticia, a perder la salud y al despido. ¡Recuperemos los trabajadores el Comité de Empresa y arrebatémoselo a la Empresa que hoy lo maneja a través de sus sindicatos amarillos CCOO y UGT! ¡Rompamos con el miedo, el aislamiento y la atomización y demos un paso hacia adelante participando activamente en la defensa de nuestros intereses y en establecer nuestras condiciones de trabajo! |
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