Estimados compañeros y compañeras:
Como os venimos comunicando los últimos días, se ha iniciado el proceso electoral para elegir la representación de los trabajadores en el centro de trabajo de Madrid, centro recientemente creado de manera unilateral por parte de la empresa y sin abrir el período de consultas con el Comité de Empresa que es preceptivo por ley ante una medida colectiva de estas características.
También os hemos informado de que el proceso no se está llevando a cabo como manda la ley, cometiendo la Mesa Electoral multitud de irregularidades y extralimitándose la empresa –a través de su representante, D. Ramón Gil Angulo, responsable de RRHH– en sus competencias dentro del proceso electoral. Estos hechos han sido denunciados e impugnados debidamente ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la Comunidad de Madrid (SMAC), así como previamente ante la Mesa Electoral.
El último episodio de este sinsentido en el que la empresa ha convertido un asunto tan serio como es el proceso de elección de los representantes de los trabajadores en el centro de trabajo de Madrid, se ha producido al decidir la mesa no hacer público, de manera efectiva, el censo de los trabajadores de Madrid sino colgándolo físicamente en el tablón de anuncios de la oficina de la empresa en el Paseo de la Castellana; sobre todo, conociendo que más del 85% de los trabajadores de la empresa están desplazados en los distintos clientes y con la consecuente dificultad que entraña desplazarse para cotejar que los datos son correctos o incluso si una persona está en el censo o no. La ley es meridianamente clara en este sentido en el artículo 74 del Estatuto de los Trabajadores que reconoce explícitamente que la Mesa Electoral debe hacer público entre los trabajadores el Censo.
La Mesa Electoral debe hacerlo de manera efectiva y no dificultando su cotejo por parte de las partes interesadas en el proceso (trabajadores y sindicatos interesados). Es por ello que, ya que la Mesa Electoral no está publicando entre los trabajadores el Censo Electoral, como le corresponde hacer, lo hemos podido escanear nosotros y os lo adjuntamos a este correo –realizando el trabajo que debería haber hecho la Mesa Electoral– para que podáis comprobar si existe algún error. De haber algún error rogamos nos lo comuniquéis y haremos llegar a la Mesa las reclamaciones pertinentes.
Pero, ¿a qué viene tanto secretismo? ¿Por qué ocultar una información tan básica?
Quizás la respuesta podría contestarse a raíz de la cuestión que hemos tenido que denunciar, nuevamente, en este proceso viciado desde su origen. Si comprobáis el censo que os adjuntamos, se puede ver claramente que el número total de electores es de 51.
Entonces, ¿qué significa esto?
Pues es sencillo: con un censo de 50 trabajadores o más, la representación a elegir debería ser un Comité de Empresa, tal y como indica el artículo 63 del Estatuto de los Trabajadores. A tenor del número de trabajadores, según el artículo 66.1, este comité debería ser de 5 miembros en lugar de 3 delegados de personal que la Mesa Electoral decidió el pasado 2 de noviembre, siendo asesorados los miembros de la Mesa por el representante de la empresa –el responsable de RRHH–, extralimitándose así en sus competencias durante este proceso.
Ya os adelantamos que la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) ejercería su labor de vigilancia y supervisión de este proceso, pues ya la empresa había tenido antecedentes de intromisión en los asuntos que le competen solo a los trabajadores, y que denunciaríamos cualquier irregularidad que observáramos. Así seguiremos para que los derechos de los trabajadores sean respetados de una vez por todas.
En este sentido, el pasado 15 de octubre, en reunión con el Director General de Ayesa AT, se nos pidió una especie de “tregua” y que las relaciones se normalizaran entre las dos partes en la medida de lo posible. Desde este sindicato hemos hecho un esfuerzo para respetar dicha “tregua”. Sin embargo, vemos cómo quienes inician las hostilidades siempre son los mismos. ¿Cómo se nos puede pedir respeto cuando es el representante de la empresa – siempre el mismo – el que continuamente maniobra para no respetar los derechos de los trabajadores, usando cualquier resquicio en el que pone en evidencia a la empresa, actuando siempre en las antípodas de la buena fe?
De esta manera, la empresa no nos deja otra salida que la de denunciar y judicializar los procesos a pesar de los esfuerzos que hacemos desde la CSC por normalizar las relaciones con la Dirección. Incluso la propia justicia ha tenido que poner en su sitio a la empresa tras las acciones de ésta en contra de los derechos de los trabajadores y lo seguirá haciendo mientras camine por la senda de la ilegalidad.
Sección Sindical de la Coordinadora Sindical de Clase (C.S.C.)
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