La clase obrera, los trabajadores y las trabajadoras, estamos más faltos de respeto que de pan. Los mismos que dicen a los trabajadores y a las trabajadoras cuando estamos en huelga por nuestras condiciones de vida y laborales ─cuando damos pasos como clase para abatir la injusticia y la desigualdad social y alcanzar más cotas de dignidad como clase que afianzan nuestra dignidad como sujetos, como individuos que conformamos dicha clase─ para desmovilizarnos y para derrotarnos ante el empresario, que "con la dignidad no se come", son los que pierden la dignidad por una comida de Navidad. Son los que nos dicen cuando hay elecciones sindicales que "hay que votar con responsabilidad para cuidar a la Empresa que nos da de comer" y que, aparte de traicionarnos, nos insultan a los trabajadores y a las trabajadoras y a nuestra inteligencia con objeto de empujarnos ante la patronal a perder la dignidad como clase y, consecuentemente, como personas. Que la empresa dé un ciberaguinaldo navideño ─en la tónica de lo que promueve UGT de los cibercomités y las cibernegociaciones─ y no tenga un detalle de dar a la plantilla una "cesta de navidad", es lo que para UGT enturbia "el clima laboral y favorece la salida de personal en busca de mejores condiciones". Pues no. Primeramente porque la Empresa no da absolutamente nada a los trabajadores y a las trabajadoras, sino que se apropia del fruto de nuestro trabajo robándonos la mayor parte de la plusvalía que generamos. De hecho, si miramos a las cuentas anuales del año 2021, de media, cada trabajador/a ha generado su salario y, además, ha generado un plusvalor de 35.265,20 euros de media que la Empresa se ha quedado íntegramente. Lo que enturbia realmente el "clima laboral y favorece la salida de personal en busca de mejores condiciones" son: -
un Convenio de traición infame, que ha llevado a la pérdida de poder adquisitivo entre los trabajadores del sector en los últimos 12 años de casi el 40%; -
una política empresarial con respecto de la conciliación y la formación profesional injusta, donde rige el principio "del palo y de la zanahoria", que aplica con la complicidad de un comité de empresa fenecido y arrodillado a RRHH; -
el no reconocimiento del trabajo realizado, de las funciones desempeñadas por trabajadores y trabajadoras que realizan tareas propias de 3-B-II y 3-C-I y comprueban en sus nóminas que perciben salarios de 3-E-II y 3-E-III; -
el despotismo de la Empresa que aplica impunemente al disponer la mayoría en el Comité de Empresa, el cual utiliza para arrojarlo contra los trabajadores y las trabajadoras; -
unos representantes de los trabajadores al servicio de la Patronal que desmovilizan a los trabajadores, que firman EREs y descalifican por completo al sindicalismo y los sindicalistas honrados con sus prebendas y sus corruptelas; -
y un largo etcétera. Y es que no hay nada más corrompido que un sindicato que hable como la patronal, que sienta como el empresario y que piense como este y propague la ideología del capital, del empresario. De hecho, a UGT su subconsciente corporativista y amarillista le traiciona cuando denomina a los trabajadores y a las trabajadoras "capital humano". Los trabajadores y trabajadoras no somos "capital" de nadie, sino que somos seres humanos libres que producimos toda la riqueza en el mundo, y también en esta empresa, la cual nos arrebatan los empresarios condenándonos a la pobreza y que, el día que tomemos conciencia como clase, que nos despojemos de los valores de los empresarios como el individualismo, la hipocresía y el egoísmo y actuemos como conjunto, como clase, seremos capaces de construir un mundo mucho más justo y más humano. Los trabajadores y las trabajadoras no somos "capital" de ningún patrón, sino que somos la clase social sobre la que va a pivotar el nuevo mundo que va a nacer, un mundo sin explotación, sin desigualdad, con justicia social y donde el humanismo sea el motor de la vida social. En el segundo comunicado remitido por UGT ese día 15 de diciembre, con el asunto "El próximo 23 de diciembre COMPENSABLE para el personal con REDUCCIÓN", ese sindicato creado por la Dirección de RRHH en AYESA AT os señala lo siguiente: |
Como puedes ver, UGT endulza un calendario laboral ─que hace suyo─, impuesto unilateralmente por la Dirección de la Empresa, que lastra la conciliación y que no tiene en consideración las prioridades y preferencias de la plantilla. Resulta que UGT aplaude lo que es una distribución irregular de la jornada. Y lo más lamentable es que justifica esa distribución irregular en la conciliación y en un hecho real, que el 23 de diciembre es un día festivo para los escolares y docentes. Si porque el 23 de diciembre no hay trabajo, los trabajadores y las trabajadoras compensan ese día con un incremento de la jornada en la semana de Navidad (entre el 27 y el 30 de diciembre), ¿qué harán el 27, 28, 29 y 30 de diciembre que tampoco hay colegio y tendrán que recuperar las horas no realizadas el 23 de diciembre? ¿Qué conciliación es esta de la que nos hablan UGT y sus jefes de la Dirección de la Empresa? Mientras los trabajadores y las trabajadoras de AYESA AT no nos organicemos y actuemos de manera colectiva no conseguiremos avanzar ni en derechos, ni en conciliación, ni en salario. Nadie vendrá a solucionarnos problemas a los trabajadores, debemos hacerlo nosotros mismos como clase. |
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