Este 8 de Marzo se celebra, como cada año, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Alternativa Sindical de Clase conmemora este día recordando que la incorporación mayoritaria de la mujer obrera al trabajo remunerado fuera del ámbito doméstico toma impulso con la Revolución Industrial. Las condiciones eran tan duras que, para poder subsistir, tenían que trabajar todos los miembros de una familia obrera, hombres, mujeres y niños, con salarios a cada cual más mísero. Los dueños de los medios de producción se aprovechaban de estas condiciones de extrema necesidad para aumentar sus beneficios a costa de multiplicar la explotación por cualquier circunstancia, tal y como sucede hoy en día. No tardaron en surgir las luchas ante estas insoportables condiciones. Tampoco se hizo esperar la salvaje represión gubernamental, con desapariciones, torturas, prisión y matanzas, como la de los mineros de Lena (Siberia) o las duras represiones policiales a las obreras textiles que en 1857 se manifestaban contra la brutal explotación laboral. Menos aún olvidamos a las 123 trabajadoras que murieron, encerradas por los propios dueños, en el incendio de la fábrica de confección de camisas Triangle en 1911. Estas luchas de hombres y mujeres proletarias empezaron antes de que aparecieran las sufragistas y los reclamos de igualdad, alejados de la cuestión de clase. Las mujeres trabajadoras ya estaban luchando y arrancando derechos a los patronos antes de que las mujeres burguesas reclamasen igualdad para las de su clase. La principal diferencia entre las reivindicaciones de las obreras y las burguesas radicaba en que las feministas buscaban, entonces y ahora, la igualdad en el marco de la sociedad de clases existente. Reclaman igualdad sin poner en entredicho la explotación, que es la base de la desigualdad, a la que se somete a las mujeres obreras, porque el movimiento feminista insiste en que es un movimiento de TODAS las mujeres, sin importar si pertenece a la clase explotada o explotadora. Las feministas reclaman, entre otras cosas, que se rompa el llamado techo de cristal y cuando esto ocurre, es una victoria, pues que una mujer esté en un puesto directivo es el camino de la tan ansiada igualdad. Pero esta igualdad, sin más, trae consigo la misma explotación para la clase trabajadora, porque no se ha tocado el sistema que sustenta dicha explotación. Fruto de estas victorias en igualdad sin más, nos encontramos con aberraciones tales como que, utilizando un ERE, la entidad presidida por Ana Patricia Botín, se deshace de las trabajadoras con reducción de jornada por maternidad. O la hija de Amancio Ortega, Sandra Ortega, socia del magnate saudí Osama Al Sayed, dueño del holding Asyad Holding Group, que no sólo explota de manera inmisericorde a miles de mujeres, y de hombres, sino que no duda en hacer negocios con capitalistas de países donde los trabajadores son maltratados y con mayor beligerancia aún las mujeres trabajadoras. Como estos nos encontramos infinidad de ejemplos, en grandes y pequeñas empresas, en las que tener a una mujer en puestos de mando no es garantía de que ésta vaya a tener sororidad con las mujeres obreras, por el contrario las somete a igual o más explotación que a los hombres, si puede. Así pues, reclamar igualdad sin más no sirve a la mujer trabajadora, su situación de explotación es la misma independientemente de que el directivo sea hombre o mujer, porque la tan reclamada igualdad, sin tocar el sistema brutal que lo sustenta, llega hasta donde lo permite la cuenta de resultados de la empresa. Las mujeres trabajadoras, por tanto, no nos sentimos identificadas con ese mantra feminista de "todas" las mujeres. Es cierto que las mujeres tenemos que cargar con un doble peso y estas discriminaciones tienen repercusiones mentales, culturales y morales, dado que las mujeres están impedidas de desarrollar sus habilidades plenamente y en total igualdad. Estas repercusiones negativas conciernen a las mujeres de la clase trabajadora, del campesinado pobre, de los estratos de los trabajadores autónomos, mientras que las mujeres de la burguesía encuentran los medios y las posibilidades para resolver sus problemas. Estas discriminaciones adicionales se dan también, entre otros, por orientación sexual, color de piel, ser de origen extranjero o incluso por las creencias religiosas, todo siempre y cuando la persona pertenezca a la clase obrera. La burguesía, los empresarios, utilizan estas discriminaciones para enfrentar a la clase obrera entre sí y hacernos competir entre nosotros en el mercado laboral, ofreciendo el empresario, hombre o mujer, condiciones laborales miserables para obtener mayores beneficios. Pero la clase obrera no cae en estas trampas de enfrentamientos artificiales, porque sabe quién es el culpable. Las mujeres trabajadoras también luchamos y reclamamos igualdad de derechos en el momento actual, pero no es el objetivo final, es un medio para avanzar en la lucha contra la esclavitud económica de la clase trabajadora. No reclamamos igualdad sin más, reclamamos igualdad para acabar con la explotación del hombre por el hombre. Así que por mucho que intenten ocultar el carácter de clase de este día y por mucho que lo intenten desvincular de la lucha por la liberación social y el socialismo, ahí está la Historia para recordarnos cómo la lucha encabezada por las obreras textiles de la ciudad de Petrogrado en la manifestación convocada un 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en el calendario ruso) bajo la consigna de pan y fin de la guerra, aun siendo duramente reprimida, dará pie al inicio y al triunfo de la revolución bolchevique en octubre de 1917, que trajo consigo conquistas en derechos para las mujeres, impensables en los países capitalistas más avanzados de la época, e incluso de la actualidad. Por todo esto, por las mujeres obreras que han luchado a lo largo de la historia, nosotras hoy tenemos el deber de denunciar a los movimientos que, financiados y aupados por el capital y el Estado, intentan por todos los medios desvincular la lucha de clases de la lucha de la mujer trabajadora, e intentan alejarla de su misión histórica de acabar con el sistema perverso que sustenta y fomenta todo tipo de discriminación, con el despreciable fin de enriquecerse a costa de la explotación de la clase trabajadora. Debemos luchar a nivel político y sindical contra los pequeños y grandes problemas hasta la liberación de la clase obrera y por extensión también de las mujeres trabajadoras. Hoy escucharemos a los sindicatos del régimen, los que hacen negocios con la Patronal para vender a los trabajadores y a las trabajadoras, los que firman convenios criminales que son puñaladas en el corazón de la clase obrera a cambio de liberaciones y todo tipo de prebendas, mostrándose como los más feministas. Sin embargo, si miramos las tablas salariales del XVIII Convenio TIC comprobamos como éste fomenta la brecha salarial existente en el sector entre hombres y mujeres. Si miras las tablas salariales de las Áreas 1, 2 o 5, verás que son mucho más bajas que las áreas 3 y 4, que de por sí son miserables. Esas Áreas 1, 2 o 5 están feminizadas. Ese es el convenio que la Patronal AEC ─dirigida por la mujer Elena Salgado, exministra del PSOE─ ha puesto encima de la mesa y que sus sindicatos CCOO y UGT no han dudado en firmar. Este Convenio TIC, en la práctica, establece una brecha salarial de más del 30% entre las áreas más feminizadas y las áreas donde predomina el hombre obrero. ¡Ahí tenéis a los feministas que hablan de romper techos de cristal y que, en la práctica, firman convenios infames para el hombre trabajador y auténticamente criminales para la mujer trabajadora! Nuestro sindicato estará siempre al lado de todos los trabajadores, sin distinción de sexo, color de piel, origen, etc. y consideramos que el culpable de la situación de la mujer trabajadora hoy ─al igual que sucede con otros segmentos de la población y con su compañero trabajador─ tiene sus raíces en el sistema capitalista de producción, por lo que hacemos un llamamiento al conjunto de la clase trabajadora para organizarnos todos juntos con el objetivo de la superación de este sistema explotador y criminal. |
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, AFÍLIATE A ASC! |
¡NO a los abusos laborales! |
¡NO a los retrocesos laborales! |
¡NO a la represión sindical! |
SECCIÓN SINDICAL DE A.S.C. EN AYESA AT |
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