REUNIÓN PREVIA + CONSTITUCIÓN MESA DE NEGOCIACIÓN: MIGUEL MARÍN ANULA AL COMITÉ Y LO LLEVA AL RIDÍCULO. En la ciberreunión vía Teams bajo la convocatoria "Reunión previa+ reunión constitución mesa PI AAT", tras la presentación de DSC como Responsable de Relaciones Laborales del Grupo Ayesa, esta manifestó que la parte empresarial tiene claro quiénes serán sus miembros en la comisión de negociación del plan de igualdad y que está por saber la composición del banco social. Uno de los abogados de la Representación de la Empresa señaló que por los escritos entregados por el comité de Empresa de Sevilla y las Secciones Sindicales, había un consenso para conformar el banco social de la mesa de negociación del plan de igualdad por órganos unitarios (comité de empresa de Sevilla, delegados de Madrid y delegada de Barcelona) y en base a su representatividad y proporcionalidad con un total de 11 miembros. Y expresó que la diferencia entre los documentos recibidos por el Comité de Empresa de Sevilla, UGT y CSC había una diferencia entre la distribución de esos 11 delegados, señalando el abogado de la representación de la Empresa que, en base a su criterio jurídico, considera que la distribución debiera hacerse tal y como expresó CSC en el escrito entregado tanto al Comité de Empresa de Sevilla como a la Dirección de la Empresa designando a nuestros delegados, esto es, que de los 11 miembros, 5 corresponderían a CSC (4 por el Comité de Sevilla y 1 por Madrid), en contra de lo que acordaron en un cibercomité el tándem amarillo UGT-CCOO de que CSC solo tendría 4 miembros, por el que pretendían robar un delegado al Comité de Empresa de Sevilla, y concretamente a CSC. Inmediatamente después intervino el ínclito Miguel Marín, presidente del comité de empresa de Sevilla, para decir inesperadamente que no, que ellos, UGT, habían presentado una denuncia en la Inspección de Trabajo "por algunas cuestiones relativas al plan de igualdad" y la inspectora los convocó a una reunión en la semana anterior a la Semana Santa. Curioso UGT, denunciando ahora ante la Inspección de Trabajo un Plan de Igualdad del que es firmante y que hasta ahora llevaba tres años diciéndonos que era maravilloso. Y engarzando con la Inspección de Trabajo, este personaje, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, señaló que la inspectora se interesó "por cómo estábamos constituyendo la negociación del nuevo plan de igualdad" y "nos aclaró que la distribución de los 11 miembros en la mesa no era correcta en tanto y en cuanto nosotros [entiéndase UGT] no teníamos la mayoría suficiente para poder tener esa potestad", es decir, la de determinar el número y composición del banco social que hicieron en aquel cibercomité. Gracias a que la inspectora les señaló los "pasos a meter" —cuánta diligencia la de esa inspectora que recibe a los demandantes (con CSC nunca lo hace) y les indica cómo deben actuar—, dijo Miguel Marín que esa misma semana estuvieron hablando con los "compañeros de CCOO" con los que "ahí ya sí tendríamos la representatividad mayoritaria de la representación sindical, y las dos secciones sindicales decidimos elevar un escrito decidiendo que el número de miembros fuera 13 en lugar de 11 y que se atendiera a la representación de cada sindicato en la empresa". Escrito que parece ser nunca fue "elevado", si atendemos a lo que el propio asesor de la empresa le espetó pidiéndole explicación porque no entendía qué estaba diciendo —de haber tenido la empresa el escrito lo habría entendido a la primera y si no se lo entregaron a sus jefes de la Dirección de la empresa, imaginad a CSC—, que si se pasaba de un banco social de 11 a 13 miembros y de una representatividad por órganos unitarios a secciones sindicales. Como podéis comprobar, Miguel Marín Rodríguez y Juan Antonio Angulo Lerena, primero llevan al comité a la ilegalidad y después se saltan por completo aquello que acuerdan con todas las trampas y vulneraciones de los derechos de los delegados del Comité de Empresa de Sevilla dejando bien patente que han convertido al Comité de Empresa de Sevilla en un estercolero al que llevan al ridículo un día sí y otro también, ensuciando la dignidad de los trabajadores de AYESA AT. CSC, mediante nuestro delegado sindical Francisco José Rodríguez Martín, intervino para señalar: -
Que constase en acta que la reunión había sido convocada con menos de 48 horas de antelación, y que considerábamos que la Empresa actuaba de mala fe al hacer coincidir la reunión con el mismo instante en el que en los Juzgados de lo Social de Sevilla se celebraba el juicio de un trabajador de AYESA AT, y que los delegados de CSC del Comité de Empresa de Sevilla no habían acudido a la reunión porque se hallaban en el Juzgado con el compañero. Y es que estar con el compañero en los juzgados no solo es defender los derechos del compañero sino los derechos del resto de la plantilla. -
Que la posición de CSC es clara y que la hemos hecho llegar a todas las partes por escrito y que, en caso de que la Composición del Banco Social de la Mesa Negociadora sean de 11 miembros, a los delegados unitarios de CSC les corresponden 5 asientos en dicho Banco Social. -
Que en caso de querérsele robar representación a CSC como pretendía Miguel Marín usando el comité de empresa de Sevilla de manera ilegal, aparte de llevar la negociación a una situación de inseguridad jurídica y flagrante ilegalidad con todo lo que ello implica, nuestro sindicato empleará los medios a su alcance para impedir que se nos robe representatividad ni se escamotee la voluntad de los trabajadores. Tras un receso por el que la Responsable de RRLL pretendía que el banco social decidiera y se pusiera de acuerdo, volvimos de nuevo a reunirnos para fijar posturas. Habló Miguel Marín en nombre de UGT y de CCOO —porque Miguel Marín también es el portavoz de CCOO en la práctica— para confirmar lo ya anunciado, que el banco social, de 13 miembros, se conformará por secciones sindicales y que, según sus cálculos, corresponderían 6 asientos a UGT, 5 a CSC y 2 a CCOO. Por parte de CSC, ante ese nuevo escenario, exigimos la entrega, no solo del acta de la reunión, sino también del escrito que Miguel Marín decía que iban "a elevar" —del que la empresa tampoco tenía constancia— donde está el supuesto acuerdo suscrito por CCOO y UGT, y además, exigimos un plazo de 48 horas desde su entrega para poder estudiarlo y decidir. Porque en CSC a diferencia de UGT, donde Miguel Marín Rodríguez manda y los demás aplauden —no hablamos de CCOO donde quien habla no es ni tan siquiera de ese sindicato, pues Miguel Marín también ejerció en la práctica de portavoz de CCOO—, las decisiones las estudiamos y las resolvemos de manera colectiva y democrática. Finalmente, el próximo miércoles 27 de abril volveremos a tener una reunión. |
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