¿DÓNDE ESTÁ EL COMITÉ DE EMPRESA DE SEVILLA? EFECTOS DE UN PUCHERAZO

Sin duda, en estos casi dos años la indignidad está instalada en la Empresa. La Dirección de AYESA AT se inmiscuyó en las elecciones sindicales –tanto en noviembre de 2017, que fueron tumbadas por diversos laudos arbitrales, como en junio de 2018– consiguiendo su objetivo: pegar un pucherazo electoral. Pucherazo electoral defendido por los dos sindicatos amarillos de la Dirección: CCOO y UGT.

Desde entonces, y a la espera de que el Árbitro se pronuncie ante las impugnaciones realizadas por CSC a las elecciones, las primeras víctimas de esta maniobra de la Empresa hemos sido, sin duda alguna, los trabajadores. Trabajadores que lo primero que tenemos que hacer es recobrar la dignidad que esta Empresa contraria a los trabajadores, y sus adláteres sindicales de CCOO y UGT, nos han arrebatado.

Tenemos un Comité de Empresa que no se reúne, que, el pasado 16 de marzo, el Presidente del Comité de Empresa no dudó en abortar y suspender la reunión extraordinaria que él mismo había convocado al verse en minoría. Un comité manejado al antojo de la Dirección de AYESA AT, con un Presidente del Comité entregado a la Empresa. Un Presidente del Comité que:

aún no ha dado explicaciones a los trabajadores del porqué entre los meses de mayo, junio, julio y agosto de 2019 vio incrementados sus salarios entre un 14,36% y un 28,72% según el mes, sin motivo alguno que justificara dichos incrementos; que incumple sistemáticamente el Reglamento del Comité de Empresa –aprobado con los votos favorables de los sindicatos de la Dirección (CCOO y UGT)– y que incumple sus funciones como es la de garantizar que el Pleno del Comité se reúna, tal y como marca el Estatuto de los Trabajadores y el propio Reglamento; que niega los derechos de participación y de información de los delegados del Comité de Empresa; que engaña a los trabajadores con una convocatoria de "huelguita" de 15 minutos que decía que había convocado el Comité de Empresa cuando en realidad la había convocado el sindicato UGT y no el Comité de Empresa; que colabora con la Empresa en las farsas que ésta hace para reprimir sindicalmente a CSC, como fue el vergonzoso expediente disciplinario contra nuestros compañeros Francisco J. Rodríguez y Andrés Melián en noviembre-diciembre de 2019; que juega con la Seguridad y Salud de los trabajadores y que colabora con la Empresa no exigiendo que se constituya el Comité de Seguridad y Salud del Centro de trabajo de Sevilla.

En definitiva, un Presidente del Comité que es una marioneta de la Dirección de la Empresa y que garantiza la muerte del Comité de Empresa que preside. Un Comité "asesinado" para los trabajadores, y nuestros intereses, pero que es útil para que la Empresa pueda cometer todas sus fechorías, como por ejemplo, la aprobación de un Plan de Igualdad a espaldas de los trabajadores que se ha demostrado como una traición descomunal nacida de una monumental farsa, o como está aconteciendo en los días que corren con el coronavirus. Por no hablar de una Empresa que se siente tranquila ante un Comité castrado y capado que no le ha puesto denuncia alguna ante los atropellos que ésta perpetra.

La diferencia entre la dignidad y la indignidad se comprueba con claridad: mientras el anterior Presidente del Comité de Empresa, Fran Barjas de CSC, fue despedido dos veces y sufrió el mobbing de la Empresa –existe sentencia firme que así lo reconoce– por encabezar un Comité de Empresa que defendía los derechos de los trabajadores y su dignidad y sigue peleando con dignidad por sus derechos y los de sus compañeros, ahora tenemos un Presidente del Comité, Miguel Marín Rodríguez, que pone el Comité a disposición de la Empresa, que fue quien en 2009 construyó a ese sindicato en la Empresa y reclutó, entre otros, a Miguel Marín. Eso sí, la Dirección de la Empresa está encantada con este Comité de Empresa y con su Presidente.

Los trabajadores estamos más necesitados de respeto, y de dignidad, que de pan. Pues el pan, el bienestar y los derechos se conquistan con la organización y la dignidad de los trabajadores que implica lucha y que son responsables de que la otra parte, la Empresa, no tenga más narices que otorgar respeto. El respeto no se consigue arrodillado ni lacayunamente, sino en pie y luchando desde los principios propios y valores de la clase trabajadora y no de la Empresa y sus esbirros, los traidores que los portan.

¡Fortalece el sindicalismo de clase, afíliate a la Coordinadora Sindical de Clase!

¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, AFÍLIATE A CSC!

¡NO a los abusos laborales!

¡NO a los retrocesos laborales!

¡NO a la represión laboral!

¡NO a la represión sindical!

SECCIÓN SINDICAL DE C.S.C. EN AYESA AT