| Como hemos observado por propia experiencia en la lucha contra las agresiones de la dirección de Ayesa AT contra la plantilla, vemos cómo las decisiones que toman las instituciones del Estado a las que hemos acudido desde CSC para que obliguen a la empresa al cumplimiento de las leyes laborales, se decantan por regla general de favorecer a la empresa, para relativizar sus incumplimientos y exonerarla de sanciones o minimizarlas en casos de ilegalidad flagrantes. Hablamos aquí de: -
Sentencias judiciales vergonzosas, como la de la demanda del Hot-Desk, basadas en la subjetividad de los jueces y en su afinidad a los intereses empresariales, en lugar de la valoración de si se cumplen o no con la legislación, y dictadas con el propósito de eternizar el proceso judicial, para darle un amplio margen temporal a la empresa de beneficiarse de sus incumplimientos. -
Leyes redactadas de forma que los empresarios puedan tumbar con ayuda de los jueces las demandas de los trabajadores, con sentencias judiciales que asumen sin pruebas los argumentos de la empresa para denegar, por ejemplo, la adaptación de jornada; una ley que supone un mero acto de publicidad del Gobierno, pero que queda en papel mojado al legislarlo como negociación desigual entre trabajador y empresario, en lugar de como un derecho laboral. -
La Inspección de Trabajo, organismo cuya misión no es la defensa de los trabajadores sino la de garantizar el cumplimiento del ordenamiento jurídico que no es más que la expresión escrita de la voluntad de la clase social dominante, o lo que es lo mismo, garantizar que la explotación de los trabajadores por parte de los empresarios. -
Las autoridades sanitarias que se inhiben de su competencia para sancionar los graves incumplimientos en materia de salud y que hemos padecido en la empresa con mayor intensidad que en el resto de la población -
Resoluciones de los organismos de mediación y arbitraje, que con su inacción ante los pucherazos electorales sólo sirven para servir a la patronal ya sea apuntalando a los sindicatos amarillos de la patronal y su Estado - CCOO y UGT - ya sea para dilatar los procesos judiciales hasta dejar impune la ilegalidad cometida, retrasando el dictamen sobre un comité de empresa elegido ilegalmente hasta fechas posterior a la caducidad del mandato, como el perpetrado por la dirección en connivencia con UGT y CCOO para impedir la organización de los trabajadores y dificultar la defensa de sus condiciones laborales. -
La propia Administración Pública Andaluza, que privatiza empresas como Sadiel, para ampliar el patrimonio de unos pocos empresarios a costa de precarizar las condiciones de miles de trabajadores; o que privatiza trabajo público manteniendo un sistema de externalización de servicios, que pese a las continuas sentencias de cesión ilegal que ganan los trabajadores y por la que entran a formar parte del personal laboral público, se sigue manteniendo para favorecer a la empresa privada, con un sistema donde las cárnicas hacen su agosto gracias a la compra-venta de horas/técnicos, que favorece el abuso en la realización de horas extraordinarias. -
Un Estado que no duda en subvencionar a los sindicatos amarillos de CCOO y UGT, ya sea a nivel nacional, o regional, pese a las sentencias de corrupción que tienen por uso fraudulento de dichas subvenciones, estando aún pendientes de devolverlas, para comprar la paz social, para que firmen convenios de traición donde los trabajadores pierden derechos, y para que se encarguen de desmovilizar al movimiento obrero e impedir la lucha organizada contra la avaricia de unos empresarios y un Estado a su servicio con el que acaparar la riqueza que generamos. -
La Presidencia del Gobierno Andaluz, que tras presentar desde CSC el cúmulo de sentencias judiciales que demostraban que en la empresa se producía acoso laboral, persecución de la maternidad penalizando con el despido las reducciones de jornada y los embarazos, se desviaba producción y recursos de la Empresa a otras empresas del grupo, etc. informándola en la condición de accionista de AYESA AT de la Junta de Andalucía, se limitó a observar cómo se despedía disciplinariamente al Presidente del Comité de Empresa de CSC (Fran Barjas). -
El Parlamento Andaluz, cuyos representantes políticos defienden la privatización, así como unos partidos políticos (PSOE, PP y C's) que asumen en sede parlamentaria la defensa de la empresa utilizando literalmente las propias palabras remitidas por la dirección. Es decir, se comprueba que la Ley sirve para garantizar los intereses y la impunidad de los empresarios, que actúan con el consentimiento, el apoyo, la subvención y la externalización del trabajo procedente de los organismos públicos, y que corroboran a diario con sus actuaciones que el Estado está al servicio del enriquecimiento de esa minoría de empresarios para la que trabajan, dictando leyes para beneficiarlos, y garantizar en todo momento la explotación contra la clase obrera y el expolio contra el pueblo trabajador. | | El Estado se retrata a diario como representante de los empresarios Cuando generalizamos este funcionamiento del Estado, no lo hacemos únicamente basándonos en la experiencia particular de la lucha en Ayesa AT, sino que verificamos que el mismo se da continuamente, a todos los niveles institucionales y en el resto del territorio. Sirva como muestra las noticias generadas sobre la reciente decisión de Hacienda de congelar las sanciones del Cártel del AVE por el amaño de miles de millones en contratación pública demostradas por la CNMC, pero que se inhibió de sancionar; de grandes contratistas ya reincidentes, que gracias al uso de la Justicia para dilatar las sanciones siguen impunes. Así como la inmediata respuesta del Gobierno más progresista de la historia (PSOE-Podemos) para salvar los muebles a los empresarios | | | | Es por ello por lo que las empresas se permiten tener un trato despótico hacia sus plantillas, envalentonadas por la situación de impunidad en la que dichas instituciones las mantienen, y por lo que se permite reincidir sin escrúpulos en sus agresiones, pues se encuentra respaldada por un Estado que pone sus instituciones al servicio de la clase empresarial para que puedan con absoluta impunidad dejando bien claro que el Estado no pasa de ser un instrumento de opresión de la clase dominante (en este caso los empresarios) contra la clase dominada y explotada (en este caso los trabajadores). Dicho sea de paso, esta situación de impunidad ante las agresiones también se la otorga una clase obrera desmovilizada como consecuencia de la acción del Estado a través de sus sindicatos amarillos (CCOO-UGT) bien regados con todo tipo de dinero público y prebenda que conduce a los trabajadores al aislamiento, la atomización, desorganización, etcétera que provoca una falta de respuesta de los trabajadores que concede a los empresarios la fuerza para que sigan agrediéndonos de manera inmisericorde. Queda claro que los empresarios sin el Estado y todos sus mercenarios sería incapaz de someter a la clase trabajadora y la propia existencia del Estado de los empresarios también demuestra la inmensa fortaleza de los trabajadores el día que rompamos con la división a la que nos empujan los empresarios empleando para ello a las traidoras y corruptas estructuras de los sindicatos que financian con dinero público (CCOO-UGT). | | La actualidad también nos indica el camino a los trabajadores para superar esta situación Pero igual que la actualidad tozudamente nos da lecciones sobre el funcionamiento del Estado capitalista, la actualidad también nos recuerda a la clase trabajadora cuál es su salida. Recientemente han tenido lugar dos huelgas exitosas protagonizadas por sendos colectivos de trabajadores: Por un lado, los maquinistas de la RENFE, que tras 5 días de huelga con seguimiento masivo han conseguido de la dirección el compromiso para el cumplimiento de todas sus reivindicaciones, que no eran más que: -
Incorporación de cerca de un millar de maquinistas para revertir la grave disminución de plantilla que la dirección llevaba a cabo aprovechando la pandemia, y que no pretendían recuperar, pues mantenían en un 75% la actividad respecto a la situación anterior a la COVID-19 -
Recuperación de todos los trenes y plantillas -
Integridad de la empresa pública ante las medidas de privatización en el sector y las transferencias de competencias de RENFE a la Generalitat de Cataluña -
Aplicación del II Convenio Colectivo del Grupo Renfe en lo referente a nuevas incorporaciones y procesos de movilidad e integración personal, y que la dirección venía incumpliendo Es decir, los compañeros maquinistas han conseguido con su lucha, doblegar completamente las pretensiones de una dirección de agredir sus condiciones laborales, tanto en frenar la disminución de las plantillas, así como las privatizaciones posteriores que pretendían aplicar, como obligar a la dirección al cumplimiento de los compromisos que pensaba no cumplir. Por otro lado, los compañeros de la empresa Tubacex, también han protagonizado una lucha heróica contra las pretensiones de sus directivos, en una huelga indefinida de los 750 trabajadores, toda la plantilla, que ha durado 236 días, con la que han podido revertir el ERE de los 129 trabajadores, que fueron despedidos, y que la empresa ha tenido que reincorporar finalmente. En este caso, también ha sido fundamental la organización de los trabajadores en torno a sindicatos combativos (ELA y LAB), con los que los huelguistas han podido contar con las cajas de resistencia de dichos sindicatos para resistir la merma económica que ha supuesto una huelga tan prolongada. También es significativo en este caso la participación del Gobierno Vasco en el conflicto, posicionándose contra los trabajadores, siendo el cuarto accionista de la empresa. | | | | Conclusiones De estas dos movilizaciones podemos extraer estas ideas principales: -
Que la situación de deterioro de las condiciones laborales es generalizada, no se centra en una sola empresa, ni en un trabajador de forma individual, por lo que utilizar la salida individual cambiándose a otra empresa sólo sirve para ganar tiempo, mientras dejamos de combatir y contribuimos al deterioro de todo el panorama laboral, que nos terminará afectando, directamente, o indirectamente, perjudicando a nuestros hijos, familiares, amigos y compañeros. -
Que teniendo en cuenta el sistema económico donde empresarios y el Estado capitalista (que es el instrumento de dominación de los empresarios) van de la mano para explotar y expoliar a los trabajadores, sólo la confrontación, de forma organizada y uniendo las diferentes luchas de los trabajadores, puede hacer frente a esta situación de deterioro generalizado que se está aplicando en nuestra contra. Las condiciones de precariedad, de sobreexplotación que no se abordan se mantienen presentes y se generalizan en todos los sectores, esto es al conjunto de la clase obrera, y se acrecientan cada vez más de no darse cumplida respuesta contraria a los empresarios y sus injustas leyes que garantizan la explotación y el saqueo contra los trabajadores, contra la mayoría del pueblo. Cada retroceso impuesto por el Estado mediante reformas laborales criminales - como la de Zapatero (PSOE) en 2011 o Rajoy (PP) en 2012 - o mediante "el diálogo social" - fórmula con la que empresarios y sindicatos amarillos condenan a condiciones leoninas de explotación y temporalidad a los trabajadores aparte de fórmula mediante la que se financian CEOE, CEPYME, CCOO y UGT a costa de la explotación de los trabajadores - cuesta todo un mundo revertirlas . Los derechos laborales que se pierden lo hacen para siempre, mientras no reaccionemos, mientras los trabajadores no rompamos con la desorganización y con los traidores que nos conducen a ella (CCOO y UGT que son los agentes de la patronal en el seno del movimiento obrero, los auténticos vendeobreros que se nutren a costa de la traición a los trabajadores, de desarmar a los trabajadores de lo más preciado que tienen, sus principios y su organización, para que los empresarios puedan destrozarnos sin miramientos para poder así lucrarse cada vez más). Sólo la movilización y la implicación de los trabajadores en fortalecer la organización clasista, esto es el sindicalismo de clase, puede acabar con este régimen impuesto por la patronal fundamentado en la avaricia y explotación que nos lleva a la pérdida de derechos a la miseria, cuando no directamente a perder la vida, como se ha demostrado en las luchas obreras anteriores, y nos conduce a la conquista de condiciones dignas de vida, a recuperar esos derechos que nuestros abuelos conquistaron y que ahora estamos perdiendo por mantenernos impasibles antes las agresiones, por no seguir su ejemplo. | | |
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