| Tras las anteriores cuatro charlas temáticas que desde CSC hemos organizado en Sevilla y en la que hemos tratado temas importantes del ámbito laboral que impactan profundamente en la vida de los trabajadores, abordaremos el próximo miércoles 17 de noviembre otro tema fundamental, la jornada de trabajo. Al igual que los temas anteriores, el impacto de la jornada de trabajo en la vida de los trabajadores es total, pues es la actividad a la que dedicamos más tiempo a diario, y es en torno a ésta como organizamos nuestra rutina. Las limitaciones temporales que suponen amoldarse a la jornada de trabajo que impone el empresario, determinan el resto de nuestras condiciones de vida fuera del trabajo, desde la ubicación de nuestra vivienda, a la posibilidad de fundar una familia y su tamaño, o las posibilidades de cuidado, descanso y ocio, limitando el qué, cuándo y cuánto. Los empresarios tratan de maximizar la plusvalía que consiguen de cada trabajador. Con ese fín, buscan reducir los salarios, por un lado, y por otro prolongar las jornadas laborales, y pese a que en la legislación laboral se dispone de una jornada laboral máxima de 40 horas semanales en promedio anual, promueven reformas laborales que permitan saltarse la limitación, o la incumplen de manera impune con la connivencia de una justicia clasista, además de utilizar la negociación colectiva con los sindicatos amarillos para deteriorar las condiciones laborales con cada firma de un nuevo convenio. De esta forma imponen una regulación que subordina la vida del trabajador al interés de la producción económica. La precariedad salarial así como la inestabilidad laboral, fuerzan a trabajar a ambos progenitores para poder garantizar el sustento de sus familias, así como obligan a prolongar las jornadas con la realización de horas extras para obtener ingresos adicionales con los que tratar de conseguir una vida digna que no permiten los sueldos, cosa que, pese a ello, gran parte de la clase trabajadora no consigue. En tales condiciones, el tiempo diario y las fuerzas restantes para dedicar a las familias para la conciliación, se ven fuertemente limitados, siendo el caldo de cultivo para el estrés que, junto al exceso de trabajo, a la larga degeneran en cuadros de enfermedades crónicas. Es decir el trabajo según se plantea en éste modelo productivo provoca el deterioro de la salud de la clase obrera. Desde la implantación hace más de 100 años de la jornada de 8 horas en España, el progreso tecnológico experimentado ha permitido un aumento exponencial de la productividad por trabajador, que realiza en una fracción de tiempo el mismo trabajo que hacía entonces, e incluso está ya permitiendo, con la automatización, eliminar la necesidad de trabajar. Pese a lo cual, la avaricia empresarial por exprimir mayor plusvalía económica de cada trabajador lleva no sólo a imponer cada vez menor salario, sino a prolongar cada vez más las jornadas, que, lejos de reducirse, está siendo aumentada gracias a la colaboración de los sindicatos traidores, firmando convenios colectivos con la patronal donde los sueldos van perdiendo poder adquisitivo año tras año, y donde se otorga flexibilidad a las jornadas para que los empresarios puedan disponer a voluntad de más tiempo de los trabajadores. Desde CSC tenemos el deber de informar a los trabajadores del presente y futuro que nos depara con el objetivo de tomar conciencia de la situación y de presentarles la única salida a la degeneración progresiva de nuestras condiciones de vida, que no es más que la implicación y organización de toda la clase obrera para hacer frente a estas agresiones y revertir este reparto injusto de la riqueza que producimos con nuestro esfuerzo mental y físico. Por nuestro futuro, acude a la sede de nuestro sindicato en Sevilla el próximo miércoles día 17 de noviembre, a partir de las 19h |
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