¿Os imagináis jornadas laborales legales de 10 a 16 horas diarias 6 días a la semana?¿Y ver a niños de 7 años trabajando en las fábricas? Esto, que sería aberrante en la sociedad europea actual, era una realidad típica hace poco más de 100 años. La limitación de la jornada laboral a 40 horas semanales, la prohibición del trabajo infantil, la protección del puesto de trabajo… todo ello no ocurrió mágicamente, ni nació de la voluntad de los empresarios y políticos por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Todas estas conquistas son fruto de los movimientos obreros del siglo XIX y principios del siglo XX; son fruto de la organización de los trabajadores y de una lucha común. Para poner un ejemplo, en 1919 se produjo una de las huelgas más importante en la historia de España con repercusiones mundiales, la huelga de "La Canadiense". Esta huelga se originó por la intención de la empresa eléctrica "Riegos y Fuerzas del Ebro" de bajar el sueldo a gran parte de la plantilla, así como despedir a 8 trabajadores que recurrieron a la vía sindical para bloquear la bajada de sueldo. Estos sucesos canalizaron todo el malestar existente entre los trabajadores, provocando un estallido de unión y solidaridad obrera, de modo que la huelga se extendió a todo el sector y terminó provocando una huelga general que paralizó la ciudad de Barcelona y el 70% de toda la industria catalana. Tras meses de lucha, varios sectores de trabajadores consiguieron mejoras salariales y forzaron al gobierno de España a regular por ley la jornada de 8 horas diarias, convirtiéndose en el primer país en la historia en hacerlo. Como ves, ninguna mejora cayó del cielo. Las mejores condiciones laborales son fruto de la lucha obrera organizada. Sin embargo, actualmente cada vez tenemos menos poder adquisitivo, cada día somos más pobres y cada crisis que se sucede la pagamos los de siempre, los trabajadores. En las últimas décadas nuestro poder adquisitivo se ha reducido más de la mitad. Donde antes un único sueldo mantenía a una familia, hoy se necesitan dos; y esto va a más, siendo cada día más difícil tener una vivienda en propiedad (las nuevas generaciones serán los grandes "no-propietarios"), cada día es más difícil ahorrar e incluso viajar. Por no hablar del repunte de trabajo infantil en un país como los EEUU. Estamos volviendo al siglo XIX. La desmovilización obrera generalizada en las últimas décadas, la pasividad de los trabajadores, el individualismo… ha hecho que miremos a otro lado mientras perdemos poder adquisitivo y derechos, mientras nos roban nuestras condiciones de vida y la de las futuras generaciones. Si no lo evitamos, la historia, lejos de recordar las históricas movilizaciones en favor de nuestros derechos y nuestros salarios, como en 1919, nos recordará como la generación pasiva, como la gran masa de trabajadores que se quedaron quietos mientras sus condiciones de vida se esfumaban delante de ellos, como aquellos que permitieron el empobrecimiento generalizado de sus hijos. Debemos actuar y dar un paso al frente, organizándonos, movilizándonos y reclamando lo que es nuestro. Debemos dar ejemplo a las generaciones venideras de trabajadores, a nuestros hijos; debemos hacer historia. |
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, AFÍLIATE A ASC! |
¡NO a los abusos laborales! |
¡NO a los retrocesos laborales! |
¡NO a la represión sindical! |
SECCIÓN SINDICAL DE A.S.C. EN AYESA AT |
0 comentarios:
Publicar un comentario