¿QUIEREN CUIDARTE O EXPRIMIRTE AL MÁXIMO?

El pasado viernes recibimos un mensaje de correo electrónico con asunto "Campaña SPM: cuidémonos como mejor sabemos" remitido desde la cuenta serviciodeprevencion@ayesa.com. En la ilustración que contiene dicho mensaje nos señalan:

Y a continuación no dicen cómo quieren "cuidar" de nosotros en el caso de presentar sintomatología de gripe o COVID-19, para prevenir los contagios y nos dicen:

Es curioso que para la Empresa, la palabra médico no exista. La Empresa, en el caso que tengas sintomatología de Gripe o de COVID-19, y tengas "fiebre mayor de 38º, dolor de cabeza, malestar general, (...) náuseas, vómitos (...)" lejos de ir al médico, la propia empresa a través de su Servicio de Prevención te recomienda que "guardes reposo domiciliario", eso sí, trabajando (en este caso teletrabajando) siempre y cuando así también lo determine "tu responsable" - al que erige en una especie de doctor máximo - que te lo permitirá "si el desempeño de tus tareas así lo permiten". En caso que el "médico" que te impone la Empresa considere que no debes "guardar reposo domiciliario", y no por criterios médicos y sanitarios sino organizativos y crematísticos de la Empresa, desde el Servicio de Prevención Mancomunado te indican que tienes a tu disposición mascarillas y gel hidroalcohólico que puedes pedir en la recepción. ¡Menos mal que dicen que van a "cuidar de nosotros"! Lo que realmente te está diciendo el Servicio de Prevención Mancomunado, o lo que es lo mismo los dueños de la Empresa, es que aunque estés enfermo no dejes de trabajar para que ellos no dejen de enriquecerse a toda costa - ya sea mediante el teletrabajo o el trabajo presencial. Cuando un trabajador o una trabajadora tiene fiebre, dolor, malestar general, vómitos, etcétera está enfermo y, cuando un trabajador o trabajadora tiene una enfermedad lo primero que debe hacer es ir al médico, ser diagnosticado y recuperarse. Esto que decimos en el anterior párrafo, y que es la lógica aplastante desde un punto de vista humano, y que debiera ser la lógica que debiera imperar en una sociedad sana, no es compartido por AYESA, que te dice que aunque estés enfermo, ya sea por COVID-19 o gripe, no dejes de trabajar, que tu salud está subordinada a los intereses económicos y organizativos de la Empresa. El derecho a la salud pública, y el derecho de un trabajador a enfermar y, por ello, no perder su salario ni su protección, son derechos que la heróica lucha de la clase obrera en el siglo XX fue conquistando con sangre, sudor y lágrimas. Si estás enfermo, y tienes los síntomas propio de la gripe, del COVID-19 o de cualquier otra enfermedad, lo que tienes que hacer es ir al médico y seguir las pautas que desde el campo de la medicina se te marquen. La Empresa con este mensaje sabe perfectamente lo que está haciendo: Liquidar derechos de los trabajadores y, concretamente, el derecho del trabajador o de la trabajadora a enfermar. El mensaje de la Empresa es tan endiablado como reaccionario, y va en sintonía con la ideología impuesta por las empresas a nivel mundial y los monstruos que estos engendran, viniendo a nuestra cabeza ahora el impresentable presidente argentino Javier Milei. Los derechos se tienen ejerciéndolos, y se pierden no ejerciéndolos. El teletrabajo es una forma de trabajar pero en ningún caso debemos permitir los trabajadores que sea un sustitutivo al derecho a enfermar, a la baja laboral y a la atención médica. El teletrabajo no es ni un premio, ni un derecho ni un sustitutivo de derechos humanos como es la cobertura del trabajador contra las enfermedades sino una forma de organización del trabajo por parte del empresario que, fundamentalmente, atiende a criterios de beneficio económico de los empresarios y no de bienestar de los trabajadores, por tanto cuando un trabajador enferma, lo que requiere es atención médica y si esta le indica que requiere reposo, descanso y no trabajar y le prescribe la baja médica quiere decir que no debe trabajar, y por tanto tampoco teletrabajar ni pactar absolutamente nada ni con la empresa ni con ninguno de sus mandos. Si vamos a la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1919 y leemos señala que "Considerando que la paz universal y permanente sólo puede basarse en la justicia social; Y considerando que existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el descontento causado constituye una amenaza para la paz y armonía universales; y considerando que es urgente mejorar dichas condiciones, por ejemplo,... la protección del trabajador contra las enfermedades, sean o no profesionales, y contra los accidentes del trabajo.", y leyendo la Declaración de Filadelfia de la OIT en el año 1944 señala que "Los principios que debieran inspirar la política de sus Miembros a fin de permitir... proteger adecuadamente la vida y la salud de los trabajadores en todas las ocupaciones; extender las medidas de seguridad social para garantizar ingresos básicos a quienes los necesiten y prestar asistencia médica completa.". Humana justicia que se abrió camino porque la clase obrera estaba organizada, movilizada y fue capaz de conquistar el poder político y económico en un gran país que avivó la lucha obrera en todo el mundo. Con la clase obrera en situación de reflujo, desde hace décadas los políticos del capital, de los empresarios, sus sindicatos amarillos, y los medios de comunicación - aparatos ideológicos de los empresarios, de los que son dueños - desarrollan una labor de demolición planificada de todos los derechos de la clase obrera, como la sanidad pública donde, en países como Argentina, vemos de manera ya abierta y clara la esencia última de ese pensamiento real de los empresarios: liquidar la sanidad pública, liquidar el derecho a enfermar de los trabajadores y despojarnos de todo tipo de derecho al objeto de convertir el derecho a la salud en un negocio más de los grandes empresarios, donde tu atención sanitaria será la que pueda permitirte tu bolsillo, unos bolsillos que en sintonía con ésto cada día estarán más vacíos pues los derechos de los trabajadores (salario indirecto) y las condiciones de vida de estos están intimamente relacionados. Y es que el empresario lo que quiere es absolutamente todo para él; y cuanto menos tengamos los trabajadores más riqueza amasaran ellos. Esa es la ley del capitalismo, la acumulación de riqueza en manos de una minoría y socialización de la pobreza para los pueblos, para la clase obrera. La solución no pasa por hacerse un seguro médico privado ante la demolición de la sanidad pública, la solución no pasa por teletrabajar cuando estamos enfermos si así lo considera la Empresa, la solución pasa por ejercer nuestros derechos plenamente, por exigir la satisfacción y la ampliación de los derechos humanos, de los derechos de la clase obrera y para todo ello es fundamental el desarrollo de la organización y de la lucha obrera. Cuando la clase obrera ha estado organizada y en movimiento, luchando por sus derechos y su emancipación, se conquistaron derechos y ahí están las 8 primeras décadas del siglo XX. Cuando la clase obrera está atomizada, desorganizada y a merced de los instrumentos ideológicos del Capital, la clase obrera retrocede sin parar y, con ella, la humanidad se deshumaniza y, sin duda, el correo electrónico que remite la Empresa a la plantilla a través de su Servicio de Prevención Mancomunado es un claro ejemplo de lo que estamos diciendo aquí, de deshumanización, de que tú voluntariamente aceptes perder tus derechos y tu dignidad. ¡Fortalece el sindicalismo de clase, construyamos una fuerza potente que impida a la empresa y a los empresarios liquidar nuestra dignidad!

¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, AFÍLIATE A ASC!

¡NO a los abusos laborales!

¡NO a los retrocesos laborales!

¡NO a la represión sindical!

SECCIÓN SINDICAL DE A.S.C. EN AYESA AT