Hay trabajadores y trabajadoras que no han hecho una huelga en su vida que, por cierto, señalan que hacer huelga no vale para nada. Sin embargo, la jornada laboral de 8 horas diarias fue una conquista de la clase obrera española arrancada gracias a una huelga indefinida de los obreros barceloneses, la llamada huelga de la empresa La Canadiense. Lo mismo vale para las vacaciones remuneradas, que en el Estado español se inician en 1931 gracias a una movilización popular que se llevó por delante a la monarquía. El primer Gobierno de la II República extendió para todos los trabajadores del país el derecho a 7 días de vacaciones pagadas. En la última época del franquismo y, fundamentalmente, ya muerto el tirano, el movimiento huelguístico de la clase trabajadora consiguió que el periodo vacacional de los trabajadores pasara a ser de 21 días. Esta ley se promulgó el 8 de abril de 1976, concretamente la Ley 16/1976 de Relaciones Laborales fruto del empuje de la clase obrera, que mostró la cara del Estado el 3 de marzo de 1976 asesinando a 5 obreros que se hallaban en una asamblea en la iglesia de San Francisco de Asís de Vitoria. Las huelgas de la clase obrera y nuestros mártires son responsables de que tú tengas hoy una jornada de 8 horas al día o que disfrutes de vacaciones pagadas. No fueron dádivas, sino fruto de la lucha y de la organización. Si nuestros antecesores hubieran abrazado el individualismo, hubieran sido blandengues y cobardes, hubieran despreciado la organización obrera y al sindicalismo de clase, no sólo habrían tenido unas vidas miserables, sino que seguramente tú y la inmensa mayoría de los trabajadores y trabajadoras hoy no hubiéramos podido estudiar, no hubiéramos tenido derecho a la educación, ni a la sanidad pública… La clase obrera movilizada y organizada arrancó conquistas que han disfrutado generaciones postreras de obreros y de obreras. Desde la década de los 90 del siglo pasado ha calado la ideología de la Patronal en la clase obrera. El individualismo, la desorganización, la desconfianza, el miedo y el contemplar cómo a través del dinero público se prostituye a unos supuestos sindicatos (les gusta denominarse "agentes sociales") que no hacen más que firmar ERE (despidos colectivos) y convenios de traición, o lo que es lo mismo, son remunerados con dinero público por mantener "la paz social", que es la paz de los sepulcros. Esto ha hecho que la clase obrera se atomice y la lucha obrera y la organización de los trabajadores se resientan y, con ello, hemos tenido una sangría de pérdida de derechos laborales y sociales descomunales que estamos pudiendo constatar. Hoy nos corresponde a los trabajadores que estamos en activo recuperar lo que hemos perdido y avanzar. Nadie va a venir a resolvernos los problemas ni nadie nos va a regalar nada. Lo que tenemos es fruto de la lucha y no de obsequios de nadie, y mucho menos de los empresarios, que son los seres más insolidarios y avaros que existen. Es hora de que rompamos con el engaño que dura décadas. Nosotros no somos clase media, ni alta ni baja, somos clase obrera que estamos obligados a vender nuestro conocimiento, nuestras habilidades, nuestra fuerza de trabajo a cambio de un salario. Es hora de despertar y de constatar que aislados, atomizados, desorganizados y abrazando el individualismo estamos perdidos y avanzamos a pasos agigantados hacia la desigualdad máxima y la deshumanización. El estar aislados y tragarnos la ideología de la patronal, que es la ideología de la derecha, asumida por la "izquierda" que parece que se ha mimetizado con la derecha, y ahí está Yolanda Díaz como ejemplo, nos ha llevado al empobrecimiento, a la inestabilidad laboral, a la imposibilidad de acceder a la vivienda y construir una familia (fundamentalmente nuestros compañeros y compañeras jóvenes), a tener unos servicios públicos cada día peores... Mientras sigamos tragándonos las mentiras ideológicas de los empresarios, del capital, nos seguirán saqueando y robando y nos dirán que somos nosotros, los obreros, los hermanos de clase inmigrantes, los que queremos vivir del cuento, cuando los que viven de robarnos y se llevan los dineros públicos son la Patronal y los que le sirven en la política de saqueo contra el pueblo trabajador: |
¡Es hora de hacer lo contrario de lo que hemos hecho hasta ahora! ¡Es hora de la unidad, de la movilización y de la organización! ¡O luchamos y somos lo que hemos sido siempre o estamos perdidos! El momento es ahora y el día es hoy, ya vamos tarde. Después no te quejes si no tienes derecho a un médico, si no tienes derecho a una pensión de jubilación digna, si tus hijos o nietos no tienen derecho a la educación. Lo que no hagas hoy no solo te afecta a ti, sino a las futuras generaciones de obreros y de obreras. Y de todo lo que se pierda seremos responsables todos, empezando por ti. |
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