Curiosas mejoras las de UGT, y el escenario triunfalista que dibujaron el día 13 de julio para, al día siguiente, tener que hacer un plante en la Mesa de Negociación del Plan de Igualdad como rechazo a los despidos. La realidad es que la Empresa a lo largo de estos cuatro años, que ha dispuesto del control pleno del Comité de Empresa a través de sus sindicatos amarillos —CCOO y UGT—, ha avanzado recortando derechos a los trabajadores, en torno a 1.000 trabajadores se han ido voluntariamente —y nos faltan los datos de junio y julio de 2022 que, posiblemente nos arrojen que se ha superado el millar de bajas voluntarias—, los riesgos psicosociales siguen siendo muy elevados, ni tan siquiera se ha constituido un Comité de Seguridad y Salud en estos 4 años y hemos visto el efecto que ha tenido, con toda su crudeza, cuando con una pandemia los trabajadores hemos estado excluidos en la defensa de nuestra seguridad y salud, y la Empresa ha jugado, y sigue jugando, con nuestra salud como le viene en gana. Ese millar de compañeros y compañeras que se han ido voluntariamente de la Empresa no vieron esas mejoras inexistentes de las que hablaba UGT el día antes de hacerle un plante a la Empresa, al igual que seguimos sin verlo aquellos que seguimos siendo trabajadores y trabajadoras de AYESA AT. Lo que sí que queda claro es que "otra forma de hacer las cosas" a la que se refiere UGT significa que se pueden romper los moldes de la inmoralidad y la indignidad como por ejemplo: -
Quitándole denuncias a la Empresa y metiéndole querellas penales a compañeros decentes y honrados como Marcos Prado Fernández, de ASC. Que por cierto, el Juzgado de lo Penal número 15 de Sevilla le dijo alto y claro a Miguel Marín Rodríguez (de UGT) que no buscase los juzgados de lo penal para criminalizar y reprimir la acción sindical. -
Firmando el presidente del comité de empresa (UGT), entre otros, un Plan de Igualdad de traición en marzo de 2019 a espaldas de la Plantilla y justo después, en los meses de mayo, junio, julio y agosto de 2019, vea incrementados sus salarios entre un 14,36% y un 28,72% según el mes sin motivo alguno que justificara dichos incrementos, como ha ocurrido con Miguel Marín Rodríguez. El mismo que el año pasado fue a la Inspección de Trabajo a quitar hierro a la denuncia por violación de la legislación en materia de horas extraordinarias formulada por CSC (hoy ASC) para decir que el hacer horas extraordinarias "iba en el ADN del informático". -
Rompiendo el listón de horas extraordinarias y colaborando con la Empresa en lo concerniente a la vulneración de la legislación en esa materia, como ha hecho el delegado del Comité Gaspar Antonio Domínguez Camacho (UGT) durante estos años en el proyecto KRONOS. En lugar de denunciar estos hechos y de plantarse en la defensa de sus intereses y el de sus compañeros y compañeras, ha colaborado él y su sindicato (UGT) en mantener dicho atropello a los trabajadores y a sus derechos. -
Liquidando de facto el Comité de Empresa y los derechos de los delegados del Comité de Empresa, violando sistemáticamente el Reglamento del Comité de Empresa, de tal modo que en estos cuatro años el Comité de Empresa como órgano, aparte de haber perdido completamente la dignidad, ha perdido hasta la sala de reuniones de que disponía —que ese Comité de Empresa consiguió en 2014 cuando CSC (hoy ASC) tenía mayoría absoluta gracias a nuestra pelea y a nuestra integridad, pero sobre todo al apoyo de la plantilla—. De 2014 a 2020 este Comité y las Secciones Sindicales disponían de un local donde perfectamente se podían reunir 50 personas, desde el año pasado este Comité y las Secciones Sindicales disponen de una salita donde a lo sumo caben 5 personas. Y el actual Comité de Empresa en manos de RRHH y sus esbirros, fundamentalmente UGT, por cierto, han tragado también con esta agresión sin pestañear, no han movido un dedo. Entre esa "otra forma de hacer las cosas" —por la que se le quitan denuncias a la empresa y se le meten querellas criminales a los trabajadores, se colabora con la Dirección de la empresa en vulnerar los derechos de los trabajadores en lugar de combatir a la Dirección de la empresa para que los derechos de los trabajadores no sean vulnerados, percibir emolumentos por encima de los salarios sin motivo alguno que lo justifique, como ha pasado con el presidente del comité Miguel Marín Rodríguez de UGT— y la forma de hacer las cosas propias del sindicalismo de clase, de la integridad, los principios y de la honestidad, aun cuando suframos la represión máxima de la Empresa, como le ocurrió al anterior presidente del Comité Fran Barjas (ASC/CSC) con dos despidos disciplinarios, que, peleando con dignidad —llegó a rechazar una cantidad obscena de dinero (no hablamos de cantidades de 5 cifras sino de 6) que le ofrecieron por vender el puesto de trabajo y a la plantilla— y gracias a ASC/CSC y a los trabajadores y trabajadoras de AYESA AT, ha podido no solo defender su puesto de trabajo, su dignidad y la de los trabajadores y trabajadoras de AYESA AT, sino hacer que se condene a AYESA AT por vulnerar el derecho fundamental a la libertad de expresión y a la libertad sindical, y un largo etcétera, como decimos, entre entre esas dos formas de hacer las cosas, nosotros nos quedamos con la segunda, nos quedamos con la dignidad, nos quedamos con que los trabajadores no tenemos precio alguno y que somos seres humanos íntegros y libres que merecemos todo y, sobre todo, no merecemos estar de rodillas ante la Empresa que es lo que ha pretendido hacer UGT estos cuatro años. |
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