La Hipocresía y la traición de los sindicatos ugt-ccoo
Estimados compañeros y compañeras:
En junio de 2016, la empresa Abengoa y los sindicatos UGT y CCOO llegaban a un acuerdo en la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 72 trabajadores y suspender temporalmente (ERTE) a 220. En aquel momento, el secretario general de MCA-UGT Sevilla, Manuel Ponce, calificaba estos despidos de "lo menos traumático posible",
aplicando el mantra del mal menor, que consiste en plantear dos
escenarios, uno malo que es al que se quiere llegar, y otro peor, para
asustar (en este caso 395 despidos y 25 suspensiones), como únicas
alternativas. De esta forma, se vende a los trabajadores como única
salida la firma de un ERE.
El 26 de octubre de 2016, el diario eleconomista.es se hacía eco de unas declaraciones de la secretaria general de UGT de Andalucía, Carmen Castilla, en la que pedía que "se vuelva, de la forma más efectiva posible, a recuperar los puestos de trabajo".
En tan solo 4 meses, primero firman el despido y después piden públicamente que se recuperen los puestos de trabajo.
Todo esto podría ser algo casual y anecdótico si no fuera porque es un
caso entre cientos en los últimos años en los que CCOO y UGT firman
despidos colectivos (1, 2, 3 y 4). Cuando no son los propios sindicatos los que aplican EREs y despiden a sus trabajadores (1, 2, 3 y 4).
¿Por
qué UGT y CCOO firman sistemáticamente Expedientes de Regulación de
Empleo? Cuando CCOO y UGT negocian un ERE con una empresa, a dicha
negociación acuden asesores de estos sindicatos, por los que las centrales sindicales se llevan entre un 5 y un 10 por ciento del coste del despido.
Cuanto mayor sea el coste (cuantos más trabajadores se despidan), más
dinero ingresan estos sindicatos. Se produce entonces una negociación en
la que ambas partes comparten un interés común, que se firme el
expediente de regulación, llegando incluso a la desvergüenza de firmar EREs a futuro, por si acaso hiciera falta.
Para que los representantes de los trabajadores que participan en esa
negociación accedan a dicha firma, desde ambas partes (empresa y
sindicato) se plantea un escenario inicial mucho peor (más despidos y
peores condiciones), para acabar llegando al punto en el que tanto la
empresa como CCOO y UGT están conformes ya que, la empresa podrá
deshacerse de los trabajadores con mayor coste laboral (en muchas
ocasiones para contratar después otros trabajadores por salarios más bajos), y estos sindicatos ingresan unos emolumentos que permiten mantener unos sueldos a sus cúpulas, los cuales estas se niegan a hacer públicos. Como consecuencia de todo ello, se demuestra que UGT y CCOO están más preocupados en defender los intereses de los empresarios que los de los trabajadores, dándose casos en los que las propias empresas recomiendan afiliarse a CCOO y UGT antes que a otros sindicatos.
Se cierra así un ciclo de traición en el que tanto CCOO como UGT consiguen grandes beneficios
a costa de enviar al paro y a la miseria a miles de trabajadores junto
con sus familias, cerrando la puerta al derecho individual del
trabajador de reclamar judicialmente su despido, considerando además que
más de la
mitad de los miembros de las ejecutivas de estos sindicatos forman
parte de consejos de administración de empresas públicas y privadas.
Desde CSC recalcamos nuestra más firme oposición a firmar EREs, ERTEs o cualquier tipo de retroceso en los derechos de los trabajadores. ¡Ni un paso atrás!
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