| El pasado día 15 mayo de 2018, la Sección Sindical de UGT os remitía un comunicado titulado "NO TODO VALE" que te adjuntamos en el fichero 20180515notodovale.pdf. En dicho comunicado, esa Sección Sindical amarilla, conformada por la Dirección de la Empresa a través de su departamento de RRHH, os decía lo siguiente: | | | | Pues la sentencia número 117/2021 del Juzgado de lo Penal número 15 de Sevilla le ha dado un buen puntapié a Miguel Marín Rodríguez y también a los palmeros de esa Sección Sindical amarilla, cuando señala lo siguiente: | | | | A lo que la jueza se refiere como "derecho a la libertad sindical" calificando la acción de CSC, que Miguel Marín Rodríguez imputa al compañero Marcos Prado, como "conducta de un representante sindical en el ejercicio de la acción sindical informativa, cuyas manifestaciones constituyen expresión de la referida libertad de información, reconocida en el artículo 20.1 d) de la CE", para la Sección Sindical amarilla de UGT es "un delito de injurias y calumnias". A la información veraz emitida por CSC, y no refutada por UGT ni por Miguel Marín Rodríguez como indica la jueza en la sentencia, la Sección Sindical de UGT le llama "ataques barriobajeros". La Jueza en su sentencia deja meridianamente claro que con la denuncia interpuesta por Miguel Marín Rodríguez, y defendida por la Sección Sindical amarilla de UGT, lo que éste pretende es quebrar: - El derecho a la libertad de expresión.
- El derecho a la libertad sindical
- El derecho a la libertad de información.
- El derecho a la libertad de crítica política.
Decía en dicho comunicado de 15 de mayo de 2018 lo siguiente la Sección Sindical amarilla de UGT: | | | | La jueza ha dejado bien claro en su sentencia quién es un trabajador honrado, el compañero Marcos Prado Fernández, absolviéndolo completamente y desestimando íntegramente la querella de Miguel Marín Rodríguez. Y también la jueza ha retratado por completo a ese personaje que los trabajadores padecemos como presidente del Comité de Empresa de Sevilla, Miguel Marín Rodríguez, y a la indigencia moral e indecencia de esa Sección Sindical amarilla de UGT y, a la prueba de los hechos y los argumentos, dejando ese miserable comunicado de 15 de mayo de 2018, a la altura del betún y totalmente refutado con este extracto de la sentencia: | | | | Para la Sección Sindical amarilla de UGT, y para CCOO, el ejercicio del derecho a denunciar la vulneración del artículo 21.3 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales —y exigir el cierre de centros de trabajo en defensa de la salud de la plantilla ante un brote de COVID-19 abierto— es "actuar de mala fe". Para la Sección Sindical amarilla de UGT la libertad sindical, la libertad de expresión, la libertad de crítica política y la libertad de información a la plantilla son "ataques barriobajeros" y "delitos de injurias y calumnias". ¡Tomad nota compañeros! Cuando un pucherazo de la Empresa triunfa y las marionetas sindicales que ésta ha creado tienen la mayoría pasan estas cosas: -
El Comité de Empresa deja de ser un órgano al servicio de los intereses y los derechos de los trabajadores para convertirse en un instrumento más de ataque de la Dirección de la Empresa, que es lo que está pasando en AYESA AT. -
Los derechos de los trabajadores y su ejercicio se convierten en actos de mala fe de los trabajadores contra la Empresa, que es lo que está pasando en AYESA AT. -
Las libertades de los trabajadores y sus representantes son perseguidas y se utilizan las querellas criminales para tratar de impedir que los representantes honrados de los trabajadores puedan ejercerlas en defensa de la plantilla, que es lo que está pasando en AYESA AT, a tenor del contenido de esta sentencia judicial. A toda esta indigencia moral nos han conducido las Secciones Sindicales amarillas de la Dirección de AYESA AT. Contrasta la beligerancia de la Sección Sindical de UGT en atajar las libertades de CSC y sus delegados en la defensa de los trabajadores con la laxitud ante las tropelías que perpetra la Dirección de AYESA AT, las cuales se las traga de manera íntegra y con los pantalones bajados hasta los tobillos. Si tuvieran dignidad no dudarían en dimitir. Pero ya sabes, compañero, en este caso apelar a la dignidad es absurdo, por ello apelamos a tu responsabilidad para impedir que la plantilla sigamos en la indignidad al poner a representantes que significan una deshonra para la clase trabajadora y para lo que históricamente ha sido el sindicalismo, el cual estos dos sindicatos —CCOO y UGT— se encargan de ensuciar diariamente con sus posicionamientos y acciones, así como permitiendo que esas estructuras sean utilizadas por las Empresas contra los trabajadores, como pasa en AYESA AT. | | |
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