Estimados compañeros y compañeras, las encuestas de riesgos psicosociales se realizarán los días 31 de mayo, y 1 y 2 de junio. La evaluación de los riesgos psicosociales es un proceso que conlleva un conjunto de actuaciones interrelacionadas. En general, se pueden distinguir las siguientes fases en el proceso: -
Identificación de los factores de riesgo. -
Elección de la metodología y técnicas de investigación que se han de aplicar. -
Planificación y realización del trabajo de campo. -
Análisis de los resultados y elaboración de un informe. -
Elaboración y puesta en marcha de un programa de intervención. Cosa que no se hizo tras la evaluación de 2014. -
Seguimiento y control de las medidas adoptadas. Según el artículo 3.2 del Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, el procedimiento de evaluación deberá ser objeto de consulta a los representantes de los trabajadores, o a los propios trabajadores en ausencia de estos, de tal manera que proporcione confianza sobre su resultado. La empresa, con sus decisiones unilaterales, como en tantísimas ocasiones, ha pasado de la representación legal de los trabajadores para imponer el método FPSICO como herramienta de la próxima evaluación de riesgos psicosociales. Como siempre, monta unos teatros-reuniones para informar de sus imposiciones a la representación legal de los trabajadores y después utiliza dichas reuniones ante terceros (jueces, auditores, inspectores, etc.) para decir que han sido fruto de una negociación con los representantes de los trabajadores. |
Método FPSICO Tiene como objetivo la obtención de información a partir de las percepciones de los trabajadores sobre distintos aspectos de su trabajo. Es también una lista de chequeo de la empresa, con un formato de preguntas con respuestas tipo escala de 3 a 5 rangos. Permite la evaluación de nueve factores psicosociales: -
Tiempo de trabajo. Este factor hace referencia a distintos aspectos que tienen que ver con la ordenación y estructuración temporal de la actividad laboral semanal y diariamente. -
Autonomía. Aspectos de las condiciones de trabajo referentes a la capacidad y posibilidad individual del trabajador para gestionar y tomar decisiones, tanto sobre aspectos de la estructuración temporal de la actividad laboral como sobre cuestiones de procedimiento y organización del trabajo -
Carga de trabajo. Nivel de demanda de trabajo a la que el trabajador ha de hacer frente. Se entiende que la carga de trabajo es elevada cuando hay mucha carga (componente cuantitativo) y es difícil (componente cualitativo). -
Demandas psicológicas. Se refieren a la naturaleza de las distintas exigencias a las que se ha de hacer frente en el trabajo. Tales demandas suelen ser de naturaleza cognitiva (procesamiento de información del entorno o del sistema de trabajo a partir de conocimientos previos, actividades de memorización y recuperación de información de la memoria, de razonamiento y búsqueda de soluciones, etc.) y de naturaleza emocional (situaciones en las que el desempeño de la tarea conlleva un esfuerzo que afecta a las emociones que el trabajador puede sentir). -
Variedad/contenido del trabajo. Este factor comprende la sensación de que el trabajo tiene un significado y utilidad en sí mismo, para el trabajador, siendo, además, reconocido y apreciado y ofertando al trabajador un sentido más allá de las contraprestaciones económicas. -
Participación/supervisión. Este factor recoge dos formas del control sobre el trabajo: el que ejerce el trabajador a través de su participación en diferentes aspectos del trabajo, y el que ejerce la empresa sobre el trabajador a través de la supervisión de sus quehaceres. -
Interés por el trabajador/compensación. Hace referencia al grado en que la empresa muestra una preocupación de carácter personal y a largo plazo por el trabajador (promoción, formación, desarrollo de carrera…), así como por la percepción tanto de seguridad en el empleo como de lo que el trabajador aporta y la compensación que por ello obtiene. -
Desempeño de rol. Considera los problemas que pueden derivarse de la definición de los cometidos de cada puesto de trabajo. Comprende tres aspectos: -
La claridad de rol. Esta tiene que ver con la definición de funciones y responsabilidades (qué se debe hacer, cómo, cantidad de trabajo esperada, calidad del trabajo, tiempo asignado y responsabilidad del puesto). -
El conflicto de rol. Hace referencia a las demandas incongruentes, incompatibles o contradictorias entre sí para el trabajador. -
La sobrecarga de rol. Se refiere a la asignación de cometidos y responsabilidades que no forman parte de las funciones del puesto de trabajo. -
Relaciones y apoyo social. Se refiere a aquellos aspectos de las condiciones de trabajo que se derivan de las relaciones que se establecen entre las personas en el entorno de trabajo. Es notorio cómo ha empeorado nuestro entorno laboral —y cómo se han visto afectados el familiar y el social— debido a: -
Medidas de control de presencia y tiempo que rayan en lo obsesivo -
Modificaciones de nuestras condiciones de trabajo que se saltan a la torera derechos adquiridos -
Despidos y traslados forzosos -
Aplicación de medidas durante la pandemia contrarias al sentido común y a las obligaciones y recomendaciones de las autoridades sanitarias. -
etc. Ha costado varios años —y más de una denuncia— que la empresa organice una nueva evaluación de riesgos psicosociales, NO LA DESAPROVECHEMOS. Para que no te coja de nuevas, te adjuntamos el cuestionario. Léelo y piensa las respuestas que vas a dar. Hazlo considerando cómo el trabajo y su organización te afecta a ti y a tu entorno familiar y social. Examina si presentas alguno de los siguientes síntomas y pregúntate por la causa: estrés, fatiga, insomnio, desbordamiento negativo en las relaciones personales o en la vida en el hogar, depresión, ansiedad, abuso de alcohol o de otras sustancias, migrañas, desórdenes gastrointestinales, problemas con los ciclos menstruales… En el cuestionario hay un apartado de observaciones. Escribe todo lo que consideres que puede ser de interés. No te calles nada. Tienes total libertad de expresión para decir lo que quieras. ¿Cuántas oportunidades más crees que vas a tener de dar tu opinión? |
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