Así pues, el XVII Convenio TIC ha significado para los trabajadores de AYESA AT, en el periodo 2016-2019, una pérdida anual de salario del 0,63% y, como puedes comprobar, el salario medio anual en 2016 en AYESA AT era superior en 554,56 euros al salario medio anual en 2019. Mientras AYESA AT sube la gratificación un 20% en un año por traer trabajadores a AYESA AT y que aguanten al menos 6 meses, los salarios caen inexorablemente año tras año a tenor de lo que dictan las cuentas anuales. ¿Qué nos señala esta realidad? AYESA AT no encuentra candidatos para trabajar porque todo el mundo sabe que las condiciones laborales y económicas dentro de AYESA AT son malas. ¿Quién puede recomendar una empresa cuya política salarial –firmada no lo olvidemos por CCOO y UGT– es nociva para la plantilla, cuya política laboral se fundamenta en la negación de la conciliación y en la explotación y el desprecio más descarnados? ¿Quién puede recomendar una empresa donde se despiden a padres y madres con reducción de jornada por cuidado de hijos menores de 12 años y donde se abusan de las horas extraordinarias que, para más inri, se camuflan al objeto de no retribuirlas tal y como establece el Convenio? ¿Quién puede recomendar una empresa que hace del desprecio a los trabajadores su actuación cotidiana? Si AYESA AT quiere que los trabajadores no se vayan voluntariamente, si no quiere comprobar que cada día son más los trabajadores y trabajadoras que rechazan venir a AYESA AT porque su fama es de empresa cárnica, donde: -
hay unos ritmos de trabajo elevados; -
se tiene sobrecargado de trabajo a los trabajadores; -
no se reconoce ni el trabajo ni la categoría profesional a los trabajadores al objeto de no pagar el salario que les corresponden por el trabajo realizado; -
la formación profesional brilla por su ausencia; -
se niega y persigue la conciliación; -
se abusa de las horas extraordinarias, se camuflan y no se reconocen ni pagan muchas de ellas; -
el clima laboral es paupérrimo; -
y un largo etcétera. Lo que debe hacer la Empresa es reconocer el trabajo de la plantilla y respetarla, cosa que no hace ni ha hecho jamás. La patronal promueve esta forma de actuar de las empresas para, por un lado, ganar más dinero a costa de robar más al trabajador y, por el otro, para que los trabajadores se vayan de una empresa a otra y, así, jamás consoliden derechos, como por ejemplo la antigüedad y una indemnización más costosa en caso de despido. Las empresas, contra los trabajadores, actúan de manera coordinada y como un solo puño: agudizando la explotación, estimulando las idas y venidas de los trabajadores para que no consoliden derechos, dividiendo a las plantillas generando candidaturas de sindicatos amarillos al objeto de que éstos satisfagan los intereses de la Patronal y vayan en contra de los intereses de los trabajadores. La patronal actúa de manera tan coordinada y unida en defensa de sus intereses que no duda en establecer políticas propagandísticas para estimular y fomentar que los jóvenes estudien las ramas que les interesan a los empresarios –aquellas sobre las que les convienen aumentar la oferta– para poder abaratar el precio de la demanda y tirar por tierra los salarios. Aunque a los jefes de proyectos y gerentes, en AYESA AT, les han subido de manera generalizada las categorías y tienen unos salarios elevados –seguramente para garantizar que ejecuten las políticas dictadas por la Dirección de la Empresa, como es atemorizar a los trabajadores, presionarlos, sobreexplotarlos, y cuando los trabajadores son agredidos por AYESA AT prestarse a ir de testigos de parte de la Empresa contra los trabajadores–, el conjunto de la plantilla cada día tiene unas peores condiciones económicas y laborales. Condiciones firmadas por los sindicatos amarillos CCOO-UGT que son auténticos traidores de los trabajadores y sus familias. Hemos de recordar también que el presidente del Comité de Empresa de Sevilla MMR y máximo responsable de UGT en AYESA AT en 2019, curiosamente tras la firma del Plan de Igualdad, en los meses de mayo, junio, julio y agosto de 2019 vio incrementados sus salarios entre un 14,36% y un 28,72% según el mes sin motivo alguno que justificara dichos incrementos. Por cierto, a pesar de que en innumerables ocasiones se le ha pedido que le explique a la plantilla a qué se debe, el presidente del Comité de Empresa de Sevilla calla y, por tanto, otorga. La salida no está en irse de la Empresa y no consolidar derechos nadando en la inestabilidad, tampoco está en esconder la cabeza y aislarse porque ello te garantiza a ti y a los demás trabajadores perder siempre, tampoco está la salida en el miedo y la hipocresía doblegándose ante la empresa apoyando a sus sindicatos amarillos cuya razón de ser es garantizar el dominio de la Empresa y el sometimiento de los trabajadores. La salida de los trabajadores es romper el aislamiento, dar un puntapié al miedo y a los sindicatos amarillos (CCOO-UGT) al servicio de la patronal y unirnos y organizarnos en torno al sindicalismo de clase, en torno a CSC, exigiendo mejorar nuestras condiciones de vida y nuestros derechos, construyendo una fuerza independiente y no controlada por la Empresa que únicamente atienda a los intereses de la clase trabajadora y nuestros objetivos, como es reducir la jornada laboral, subir los salarios, garantizar la conciliación y acabar con la precariedad y con los despidos. Y todo ello únicamente se puede hacer con la fuerza de los trabajadores y por la fuerza de los trabajadores que sirva para poner freno, cuando no doblegarla del todo, a la fuerza reaccionaria de la Empresa. |
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