AYESA AT es una empresa que nos desprecia completamente a los trabajadores y a nuestras vidas. Su despotismo y su desprecio a todos y cada uno de nosotros se observa en los despidos de estos dos últimos compañeros. Trabajadores que han dado prácticamente un cuarto de siglo de sus vidas a la empresa, esta finiquita dicha relación por burofax. La deshumanización máxima de AYESA AT se constata en el despido de Guillermo, un compañero que como consecuencia del abuso de las horas extraordinarias por parte de la Empresa, y la enorme presión que roza la intimidación, le hizo enfermar. Tras dos años de baja por culpa de la sobreexplotación, del abuso de AYESA AT, y con reducción de jornada por hijos menores de 12 años, AYESA AT lanza al compañero al paro, negándole además un curso de formación que estaba haciendo por la tarde, a pesar de tener horario reducido. ¡Así valora AYESA AT el esfuerzo de los trabajadores y de las trabajadoras! Esto que hemos ejemplificado, lo han repetido las evaluaciones de riesgos psicosociales realizadas desde hace una década en la empresa, donde casi la mitad de los riesgos psicosociales de la plantilla salen como riesgos muy elevados, nocivos para nuestra salud mental. Y de ello pueden dar fe muchos compañeros y compañeras que han visto quebrarse su salud, azotados por el estrés, por la ansiedad, por la depresión. De la explotación, de la vicisitud del/a trabajador/a, de la enfermedad de los que trabajamos consecuencia de jornadas maratonianas, de fines de semanas sin descansar, de horas extras camufladas y fraudulentas –que no están en el ADN del informático sino que son consecuencia del chantaje permanente que hace la Empresa con el puesto de trabajo y la espada del despido AYESA– amasa sus beneficios. Sus beneficios son nuestra miseria. La actitud de no luchar y de hablar inoculada por la Patronal, y sus medios de manipulación ideológica, a la clase trabajadora, del individualismo, de eludir el enfrentamiento con los empresarios ante su ofensiva y su voracidad no nos garantiza el puesto de trabajo, ni el salario, ni la vida, ni la salud. Y además, nos hace perder la dignidad. Cuando entraron a SADIEL, hoy AYESA AT, Guillermo o José María en 2000 o en 1999, entraron ganando, por entonces, 150.000 pesetas (900 euros). Ese era el salario con el que entraban los que no tenían experiencia alguna. Hoy los compañeros entran cobrando el SMI, o rozando el SMI (1.080 euros mes en 14 pagas o 1.260 euros mes en 12 pagas). Comprobemos qué ha significado para nuestros compañeros/as, para nuestra clase, el no pelear, el no hacer huelgas, los sucesivos convenios de traición firmado que expresan la voluntad y los intereses de los empresarios: |
Hoy los compañeros nuevos entran cobrando 270 euros menos cada mes que los compañeros que entraron en el año 2000. O lo que es lo mismo, 3.240 euros menos al año. Esto es lo que significa no hacer huelga, esto es lo que significa no enfrentarse de manera organizada al egoísmo de la patronal, y de AYESA. AYESA AT lo tiene claro, rebajar la masa salarial implica despedir a trabajadores y trabajadoras, y si éstos tienen antigüedad, mejor pues más rebajan la masa salarial y más engordan sus beneficios. Estar escondidos, aislados y no luchar nos conduce a perder derechos, dinero, salud, el puesto de trabajo y la dignidad. ¡Sobran motivos para la huelga! ¡El jueves 23 de noviembre súmate a la huelga, por tu empleo, por tu salario, por tu dignidad! |
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