| La despolitización, la no intervención política ni sindical de los trabajadores en defensa de nuestros intereses como clase, el individualismo y la atomización, lleva a que a los trabajadores nos hagan la política. Y esta política es empobrecernos y arrebatarnos todos los derechos para que una minoría ─los grandes empresarios, fondos de inversión y bancos─ se forren. | | Por mucho que los trabajadores abominemos y repudiemos a la política y al sindicalismo y creamos que hacemos bien con ello, lo que realmente estamos haciendo es tirarnos piedras sobre nuestro propio tejado y sobre el de las nuevas generaciones de trabajadores y de trabajadoras que se incorporan al mundo del trabajo en unas condiciones mayores de precariedad y de pobreza. | | Los empresarios no pasan de la política, se organizan en una gran patronal, como es la CEOE, y todos actúan conjuntamente como clase, como un solo puño en la defensa de sus intereses, que chocan frontalmente con los intereses de la clase obrera, que es lo que somos todos los trabajadores y todas las trabajadoras. Y de hecho, al no implicarnos, ellos hacen su política contra nosotros. | | Y los efectos de esas políticas criminales ordenadas por los grandes empresarios, fondos de inversión y bancos e implementadas por sus partidos políticos y sus sindicatos a través de su Estado y organizaciones supranacionales, como la UE, es nuestro empobrecimiento material, económico y también moral y espiritual. | | Ayer, 5 de febrero, el Banco de España hizo pública su Encuesta Financiera de las Familias (EFF), que arroja que las nuevas generaciones de trabajadores son más pobres que las anteriores, asimismo, también señala que las generaciones más jóvenes de trabajadores y trabajadoras tienen negado el acceso a la vivienda ─en la encuesta se habla de la propiedad de la vivienda, aunque de facto también afecta al alquiler, que se encuentra con unos precios prohibitivos para unos salarios cada día más empobrecidos─. Véase la siguiente gráfica que ilustra cómo los jóvenes trabajadores están despojados del acceso a la propiedad de la vivienda: | |
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| La tasa de propiedad de las nuevas generaciones de trabajadores ha caído desde 2011 a 2022 del 69,3% al 31,8% y sigue decreciendo. La valoración del Banco de España al respecto es la siguiente: | |
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| Y mientras los trabajadores nos empobrecemos y las generaciones de trabajadores más jóvenes están absolutamente empobrecidas, con un grado de empobrecimiento que, de no cambiar las políticas aplicadas en estas dos décadas, será crónica, los más ricos se enriquecen más. Esto es lo que nos muestra el Banco de España, donde se reconoce que son España e Italia donde más se acrecienta la desigualdad social, donde los ricos se enriquecen más y los obreros se empobrecen más: | |
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| ¡Ahí tienes las consecuencias de pasar de la política, de la lucha sindical y de la organización! ¡Ahí tienes las consecuencias del individualismo y no luchar por los intereses de tu clase social, la clase trabajadora! La política en general, y la de la patronal en particular, no pasa de ti y, si no nos organizamos, ya sabemos hacia dónde vamos: hacia una pobreza mayor para los trabajadores y un incremento de la desigualdad social, consecuencia de una transferencia de riqueza desde los trabajadores hacia los empresarios, y ello se hace por la vía de una política fiscal injusta donde los empresarios no pagan apenas impuestos y la carga fiscal recae sobre las espaldas de la clase obrera y la materialización de la política económica de la patronal, con unos convenios de traición que facilitan los despidos y empobrecen los salarios. | | Y no es un problema de trabajadores jóvenes menores de 45 años, es un problema del conjunto de los trabajadores, porque los menores de 45 años están totalmente empobrecidos, pero los mayores de 45 años no tenemos presente ni tendremos una vejez digna si no nos organizamos para cambiar estas políticas infames cuya esencia es empobrecer y quitarle todo derecho al trabajador para llenar los bolsillos de los ricos de dinero. | | ¿Vamos a seguir permitiendo que nos nieguen la vida? ¿Vamos a seguir siendo estúpidos condenándonos a nosotros y a las nuevas generaciones de trabajadores que vienen? | |
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