Los trabajadores no tenemos ningún derecho si no construimos una organización propia, el sindicato de clase, y nos organizamos en su seno para construir una fuerza colectiva que haga efectivos nuestros derechos e imponga nuestros intereses. Sin organización y sin actuar de manera colectiva, como clase, los trabajadores estamos totalmente vendidos al capricho de la voluntad de los empresarios. Por eso los empresarios hacen todo lo posible por que los trabajadores no se organicen, por crear sindicatos amarillos para desactivar la organización de los trabajadores, y por que cada trabajador haga la guerra por su cuenta, de manera individual, sabiendo a carta cabal que, de esa forma, el trabajador o la trabajadora se estrellará porque solo, aislado y atomizado es incapaz de doblegar el brazo opresor de la empresa. |
Como puedes comprobar, AYESA es plenamente consciente de la fuerza de los trabajadores organizados y luchando colectivamente, por eso actúa y hace esfuerzos en impedir la organización de los trabajadores. Por eso, desprecia y ataca sin cuartel los derechos fundamentales de los trabajadores pues es consciente que mientras los trabajadores no actuemos como clase organizada, en la práctica, no tenemos ningún derecho y, cuantos menos derechos tengamos los trabajadores más dinero gana la empresa. |
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