Como ya os lo hemos indicado en muchos de nuestros comunicados, la empresa usa "la depuración de sangre" ─tal y como le llamaba un antiguo director de RRHH─ para rebajar la masa salarial de la plantilla, de tal modo que la empresa destruye el empleo de trabajadores con salarios decentes sustituyéndolos por otros compañeros y compañeras en condiciones salariales y laborales más precarias, incluso en torno al SMI, utilizando en este proceso de depreciación de la masa laboral y de precarización a nuestros compañeros y compañeras más jóvenes, de menor edad, que hoy acceden a la empresa en condiciones económicas mucho más bajas que cuando accedían los compañeros jóvenes al puesto de trabajo en esta empresa hace 25 años. | Algunos compañeros jóvenes consideran que es el peaje que tienen que pagar para pasar por una "empresa trampolín" para adquirir experiencia y poder saltar a otra empresa para conquistar unas mejores condiciones que las que encuentran en AYESA. Desde ASC rechazamos, como bien sabéis, la política "de depuración de sangre" y vemos del todo injusto que se utilicen a nuestros compañeros más jóvenes que se incorporan al mundo del trabajo como una nueva capa de cebolla dentro de la empresa en condiciones de mayor precariedad, donde el sistema laboral definido por la patronal, entre las que está AYESA, origina con esta dialéctica una capa precaria latente en el sector, con la que impiden que los trabajadores consoliden derechos, se tiren por tierra los salarios en su conjunto, se faciliten y abaraten a los empresarios las reestructuraciones de plantilla y se garanticen los mínimos salariales en el medio plazo, pues, aunque te estimulen saltar de empresa, el incremento de salario de señuelo para dicho salto no pasa de ser un anticipo a cuenta de las sucesivas subidas salariales que no tendrás como consecuencia de la compensación/absorción firmada por las traicioneras cúpulas de CCOO y de UGT que garantizan que los salarios del sector tiendan a los mínimos establecidos en el Convenio TIC. Por todo esto, desde ASC consideramos esencial que los trabajadores y las trabajadoras nos organicemos para obligar a la empresa a sentarse a negociar un convenio de empresa donde se establezcan unos salarios justos para los trabajadores, que nos permitan vivir dignamente de nuestro trabajo y que, además, la subida salarial sea lineal y no porcentual, por encima de la inflación, donde los compañeros que tengan los salarios más bajos tengan una subida mayor para igualar por arriba las condiciones de los trabajadores y no por abajo como hacen las empresas. | Y es que los salarios reales de los compañeros y compañeras del sector, en general, y de AYESA, en particular, llevan más de una década perdiendo poder adquisitivo, notándose esto con más claridad en los compañeros más jóvenes y menos antiguos que, además, contemplan cómo sus nóminas adelgazan más durante 10 meses cobrando en 14 pagas en lugar de en 12, gracias a CCOO y UGT que en AYESA plantearon pagar 14 pagas en lugar de 12 en 2023 provocando que, los compañeros que accedieron a la empresa en 2024 pasaran a cobrar 14 pagas en lugar de 12. | Según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, la tasa de emancipación juvenil ─es decir, los menores de 30 años─, en España, se sitúa en el 14,8%, alcanzando el mínimo histórico desde que se tiene registro, remarcando la diferencia por sexo: las mujeres jóvenes se emancipan 6 puntos porcentuales más que los hombres jóvenes, pero lo hacen menos en solitario, lo cual hace mucho mas sensible su emancipación. | Si vemos los salarios de AAS, son ridículos para cómo está la vida, ya que las ridículas subidas firmadas por los sucesivos convenios de traición firmados por UGT y CCOO rápidamente se diluyen con las meteóricas subidas de la carestía de vida. Mucho más cuando desde la finalización de la vigencia del XVI Convenio de Empresas de Consultoría, allá por 2010, se renuncia a que los salarios estén vinculados a las subidas del IPC, con lo que los salarios suben (cuando suben) de manera independiente a como sube la carestía de vida, que se ha demostrado que lo hace a un ritmo muy superior, haciendo que los trabajadores perdamos progresivamente, en 15 años, una barbaridad en poder adquisitivo. | Requiere una mención especial el alquiler, que ha crecido de manera exponencial, impidiendo en la práctica esa emancipación de los jóvenes. Cada vez es más difícil poder acceder a un alquiler que suponga, como mucho, el 30% del salario, máxime cuando los salarios apenas superan el SMI. El SMI está en 1.184 € brutos mensuales en 14 pagas (16.576 euros brutos anuales) y, si tenemos en cuenta que el precio medio del alquiler en el primer semestre de 2024 es el más alto desde que existen registros, siendo 944 euros al mes, esto supone casi un 70 % del salario, muy lejos del 30% del que hablamos. | A falta de que salga publicada la información de 2024, los últimos datos alertan de que la juventud es, en España, el segundo colectivo de edad con mayor riesgo de pobreza y exclusión social, tan solo superada por la infancia. Además, una de cada cinco personas jóvenes con trabajo, también se encontraba en esta situación, por lo que tener un empleo no es, para la juventud, garante de tener estabilidad económica. Y es que ya el tener trabajo no es ninguna garantía para dejar de ser pobre. | Hemos hablado del alquiler, pero, ¿has pensado comprar una vivienda? La opción de pagar una hipoteca tampoco es mejor para los jóvenes. A diciembre de 2024, el precio del metro cuadrado de una vivienda es de 2.389 €, por lo que si ponemos el ejemplo de un piso de 70 m2, su precio sería de 167.230 euros, lo que equivale a 11 años completos de sueldo de alguien que tuviera menos de 30 años. Y, por otra parte, estos datos serían para aquellos jóvenes trabajadores que consiguieran acceder a una hipoteca, ya que los bancos las deniegan por la precariedad de sus contratos y, además, se ha de tener ahorrado un 20% más un 10% de gastos, por lo que, con todo ello, se debe tener ahorrado unos 50.000 euros. En estas condiciones, ¿quién puede acceder a tener una vivienda en propiedad? Aquellos que tengan un "colchón" familiar que se lo permita. En definitiva, todo se reduce a una cuestión de clase: si provienes de una familia burguesa podrás tener futuro, si no, perpetúas tu precariedad, destrozando de un plumazo el mito del ascensor social. | Por otro lado, las empresas usan sus herramientas de propaganda para mostrarte falsamente que puedes progresar y llegar a ganar lo que gana un directivo en AYESA en pocos años. Así, te encuentras insultos a la inteligencia como lo publicado por el periódico El Pais | |
Al trabajador novel solo le hacen falta unos meses para comprobar la falsedad de este mensaje. ¿Quién en su sano juicio puede pensar que en AYESA, salvo un directivo, va a llegar a cobrar esas cantidades? Pero la Patronal pretende inocular su ideología y el diabólico mensaje de que, si no alcanzas esos salarios, siempre podrás saltar a otra empresa con la experiencia acumulada y tu valía, con lo que ese sutil "un buen profesional puede alcanzar [...]" lo que hace es trasladarte a ti la responsabilidad de tu precariedad, como el del infame mensaje ─que solo un desequilibrado mental sociópata o un fascista puede verbalizar─ de que "el pobre es pobre porque quiere". | Este adoctrinamiento no se da solo en la prensa, sino que también se da en las escuelas, institutos, universidades, en seminarios de empleo en los que participan las empresas para captar "carne fresca", en los que se dan estos mismos mensajes, prometiendo el maná para que luego los trabajadores recién salidos de las escuelas se den de bruces con la amarga realidad. | Como puedes ver, tras estos datos, para los jóvenes que pertenecen a AAS, la solución no pasa por cambiar de empresa, la solución está en organizarse y luchar por un convenio colectivo propio, donde se marquen unas condiciones dignas para todos, un plan de carrera y progresión, bajo criterios objetivos y no discriminatorios, y no estar bajo el amparo de un convenio TIC, firmado por CCOO y UGT, que firman como cheque en blanco para los empresarios y con ello puedan oprimir más aún a los trabajadores y trabajadoras. | Hasta aquí nos hemos dirigido a nuestros compañeros más jóvenes, a los que el sistema laboral, en general, y la política de AYESA en particular, les niega el presente y el futuro. Pero aquellos trabajadores más veteranos, con más antigüedad, también ven cómo les niegan tanto el presente como su futura vejez, pues con la política de depuración de sangre como estrategia para rebajar la masa salarial e incrementar los beneficios empresariales también ponen en el punto de mira a los trabajadores con unas condiciones salariales más decentes. Y cuando un trabajador o trabajadora es despido a una determinada edad no sólo le resulta más complicada la reincorporación a un puesto de trabajo sino que ésta se hace en condiciones de mayor precariedad, afectando, no solo a su presente, sino también a sus condiciones de futuro, a su jubilación, a su vejez. | Por tanto, estamos ante un problema que nos afecta como clase. ¡Que no te engañen cuando pretendan dividirnos en jóvenes o menos jóvenes, entre expertos o novatos! Esto va de lucha de clases, esto va de que el empresario para ganar más debe empobrecer todavía más a los trabajadores y, consecuentemente, los trabajadores ─jóvenes y veteranos, expertos y novatos─ debemos organizarnos para garantizar que TODOS tengamos unas condiciones económicas y sociales que nos permitan vivir dignamente, satisfacer nuestros derechos vitales ─como, por ejemplo, garantizar el disfrute del uso de una vivienda digna─ y alcanzar una vejez digna. El joven de hoy es el veterano del mañana ─pero también es hijo/a del veterano de hoy, que no tiene garantizado ni su presente ni su vejez─, y al veterano de hoy le afectan directamente las condiciones laborales de los jóvenes ─que son sus hijos y sus compañeros─ porque somos lo mismo: la clase obrera. Nadie va a venir con una varita mágica a solucionar nuestros problemas, ni vamos a consolidar cualquier mejora conseguida de manera aislada o individual, sino que las mejoras que se consigan serán fruto de la lucha de los trabajadores y trabajadoras de manera organizada y defendiéndolas colectivamente. La única manera de conquistar derechos y garantizar una vida digna es conquistándolos para todos y, para ello, debemos luchar organizadamente todos juntos como clase social que somos. | Conciencia, organización y lucha. | |
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